martes, 31 de diciembre de 2013

AÑO MUY NUEVO



El año 2013 toca a su fin y en consecuencia es momento de hacer balance de cómo le ha ido a la sociedad a lo largo del mismo. Los gobiernos de las distintas instituciones públicas y los partidos políticos comparecen para ofrecer su versión a modo de resumen sobre la marcha de los asuntos públicos y la narración de lo hecho y de lo dejado por hacer en estos doce meses varía en gran medida dependiendo de la trinchera desde la que se nos ofrezca el “parte de guerra”.

A nivel nacional el Gobierno se esfuerza en vender los logros que según el Partido Popular se han alcanzado en materia económica. “Lo peor de la crisis ha pasado ya” se nos dice desde el Ejecutivo presidido por Rajoy. Junto a este eslogan se pretende resumir en breves palabras algo que aún no se puede contrastar a nivel de calle, la situación real del grueso de la población todavía está desgraciadamente marcada por el desempleo y la asfixia económica. Se ha esgrimido todo un abanico de argumentos por el Gobierno para fundamentar estas declaraciones de buenos augurios, pero desde la oposición, encarnada principalmente por el Partido Socialista, se nos dibuja un panorama radicalmente distinto a lo anterior. Se nos habla de la persistencia del paro, de los recortes en sanidad y educación, de la limitación o pérdida de derechos y libertades públicas, etc. Un análisis más ecuánime que los facturados interesadamente por Gobierno y oposición sería, para el primer caso, plantearse la siguiente cuestión: ¿Estamos mejor desde que gobierna el Partido Popular? Y para el segundo caso, ¿está el PSOE más capacitado que el PP para conseguir remontar esta situación? En ambos supuestos, la respuesta que en mi opinión cabe esperar deja bastante desnudos los argumentos que uno y otro partido puedan ofrecer para justificar sus tesis, que el tiempo se encargará de desmentir o respaldar. Esta colisión de pareceres es trasladable a los estratos regional o local.

Sin embargo, se abre un año, 2014, que vendrá jalonado de acontecimientos decisivos a corto plazo. En primer lugar se habla de una crisis de Gobierno que podría producirse a la vuelta de la Navidad y que tendría su causa en un revulsivo al desgaste sufrido, pero que entronca a su vez con la precipitación de las elecciones europeas, segunda cita importante, pues será el auténtico medidor de hasta qué punto la sociedad está verdaderamente desencantada con el actual sistema, y sus hijos, los partidos políticos hasta ahora preponderantes.

Será 2014 también el año en que se desvele si Rubalcaba será sustituido y por quién al mando de los socialistas. Veremos igualmente si hay continuidad en la fuerza torrencial con que Susana Díaz ha irrumpido en escena, el curso que va tomando el disparate de la consulta separatista en Cataluña, y por último, en Jaén, tanto la reconstrucción de la oposición si es que se produce, así como el despeje de esa incógnita que, aunque solo rumorosa, sitúa a nuestro alcalde en otros destinos de los que actualmente desempeña. Mientras tanto, cada uno de nosotros, deberá afrontar lo que el año nuevo le depare. Para ello, mis mejores deseos. Feliz año 2014.

martes, 24 de diciembre de 2013

INTERÉS GENERAL VS INTERÉS PARTICULAR



Si con la definición formal de España como un Estado democrático creemos que está todo hecho nos estamos equivocando y muy gravemente. En no pocas ocasiones se producen colisiones entre la soberanía nacional manifestada a través de las urnas y otros intereses, que al contrario de los primeros, no están legitimados por el apoyo de una mayoría representada por el voto. Nuestros intereses colectivos y nuestra voluntad como pueblo no están siendo respetados como debieran y menos aún en este momento.

Ejemplificando lo dicho, pensemos en cuántos organismos internacionales, o lo que es peor, intereses económicos, acaban por torcer cuando no contravenir, los intereses generales o lo votado por los españoles democráticamente.

Por ser la economía un asunto protagonista comencemos por esta materia. Pensemos en la llamada troika. Conformada por la Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional, a pocos se les escapa que las directrices marcadas por este organismo pesan mucho, cuando no son determinantes, en la política económica que sigue nuestro Gobierno. A ella le debemos subidas de impuestos, recortes sociales y otras pérdidas de derechos muy dañinas y dolorosas. La troika y los miembros que la conforman no han sido elegidos por nuestros votos, y sin embargo, sus criterios han sido bastante más obedecidos que el de un votante cualquiera del PP que en las últimas elecciones generales confiara en este partido para bajar los impuestos tal y como recogía su programa.

Sigamos con las compañías eléctricas, otro problema de actualidad. Sube sin parar el recibo eléctrico y el Presidente del Gobierno, que tiene el mandato de gobernar auspiciado por el resultado de las urnas, nos dice que "intentará" hacer todo lo posible para evitar esa subida del recibo. Las declaraciones de Rajoy al respecto no pueden ser más desesperanzadoras para aquellos que legítimamente pretendemos que sea el interés general el que prime en toda decisión que nos afecte, como es el caso, ¿nos está diciendo Rajoy que un jefe de Gobierno respaldado por una mayoría absoluta no tiene la capacidad de impedir las pretensiones de unas empresas cuando es evidente el daño que producen al interés general? A las compañías eléctricas tampoco las hemos elegido con nuestro voto.

Podríamos continuar este relato por las malas prácticas seguidas por los bancos, sin que el Estado haya puesto coto a sus desmanes por todos conocidos, por el abuso de las compañías petrolíferas en los precios que cobran por el combustible, por las prácticas de las empresas de telefonía móvil, tan ampliamente criticadas por los consumidores... En definitiva, el ciudadano se pregunta para qué sirve el Estado, además de recaudar impuestos, si no es para ejercer la fuerza que democráticamente le corresponde para hacer primar en cualquiera de estos casos el interés general de los españoles sobre otros distintos y poner fin al abuso ejercido por quien solo obedece a sus propios intereses sin tener el respaldo de los votos.

La respuesta es que, para que esa voluntad general sea efectiva, es necesaria la existencia de un Estado fuerte, producto de la soberanía nacional, que tenga la última palabra en todo aquello que afecte a los intereses generales de los españoles.

martes, 17 de diciembre de 2013

BIENVENIDO MR. MARSHALL



La Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía otorgó una ayuda de 2,2 millones de euros para la construcción de la fábrica Dhul en Jaén perteneciente a la familia Ruíz Mateos. Las malas prácticas, cuando no ilícitas, que conllevaron la caída del grupo empresarial Nueva Rumasa, supusieron que la mencionada fábrica jamás llegara a terminarse, funcionar y ni mucho menos contratar a un solo trabajador.

De otra parte, Sheldon Adelson, el advenedizo y supuesto magnate estadounidense de la mayor empresa dedicada al juego en el mundo, ha confirmado la cancelación de la construcción del mayor casino de Europa en Madrid, conocido como Eurovegas. Se esperaba una inversión de miles de millones de euros y la creación de doscientos mil puestos de trabajo.

En el primer caso, dudo mucho que sea recuperado un solo euro de la inversión que la Junta hizo para la construcción de la fábrica Dhul de Jaén, más de dos millones de euros de dinero público sepultados en una ruina que es un monumento a la irresponsabilidad de un empresario que anduvo rápido para cobrar la subvención y sin embargo no cumplió con su obligación, construir la fábrica que diera empleo en esta ciudad.

En cuanto a Eurovegas, las exigencias no satisfechas de modificaciones legislativas de tipo tributario, normativa laboral y sanitaria, han propiciado la decisión de no implantarse en Madrid tal y como estaba previsto.

Frustrados ambos proyectos empresariales, la consecuencia que podemos extraer es que se trata de dos caras que forman parte de la misma moneda. Estos “emprendedores”, como ahora se han dado a llamar, representan la versión más hipócrita de ese liberalismo capitalista que aboga por la no intervención del Estado en la economía cuando los negocios les son propicios y van bien, pero que sin embargo acuden raudos y veloces a pedir el auxilio de lo público cuando la situación es inversa. O bien coaccionan a las administraciones públicas con dejar de hacer estas ¿maravillosas? inversiones si sus pretensiones no son atendidas. Como los bancos, que reparten dividendos cuando ganan y piden dinero público cuando pierden, sin devolverlo nunca. No son sino administradores de circos de pulgas que mediante trucos de ilusionismo se aprovechan de la necesidad del prójimo para enriquecerse a toda costa sin reparar en el daño que puedan causar. En el caso de Eurovegas, su consumación, habría supuesto convertir a todo un país en el casino, lavadero de dinero negro, nido de mafias y lupanar que era la Cuba de Fulgencio Batista. Desgraciadamente para todos siempre habrá en este mundo quienes estén dispuestos a cumplir las exigencias inmorales de desaprensivos tales, so pretexto de seguir recebando un sistema económico inhumano y marchito que es precisamente el culpable de habernos traído hasta este punto de miseria, material y espiritual, y que no tiene más fundamento que la avaricia.

Así, como en la película de Berlanga, hemos engalanado el pueblo, nuestros políticos desfilado a su son, y aquéllos que creíamos venían a compartir algo de su fortuna han pasado de largo con sus pompas y oropel dejándonos en la estacada.

martes, 10 de diciembre de 2013

ME PREOCUPA JAÉN



“Nosotros amamos a España porque no nos gusta. Los que aman a su patria porque les gusta la aman con una voluntad de contacto, la aman física, sensualmente. Nosotros la amamos con una voluntad de perfección. Nosotros no amamos a esta ruina, a esta decadencia de nuestra España física de ahora. Nosotros amamos a la eterna e inconmovible metafísica de España.” Estas palabras eran de José Antonio Primo de Rivera.

Esta cita, peculiar y paradójica, como tantas otras de las que forman el acervo del discurso joseantoniano podría ser traspuesta a la situación por la que atraviesa nuestra ciudad.

Amamos Jaén, pero no nos gusta. No me gusta la situación en la que se encuentra, en la que ha desembocado. No me gusta la decadencia que vive. No me gusta que Jaén siga excluida del AVE. No me gusta la imagen que presentan sus calles, despobladas, propias de una ciudad fantasma, faltas de iluminación, de limpieza y de un atractivo comercio pujante que las anime y seduzca a sus habitantes. No me gusta la falta de oportunidades de trabajo en nuestra ciudad que obliga a la emigración a una buena parte de su juventud. No me gusta que pasen los años y que la Ciudad Sanitaria, la Ciudad de la Justicia, el Museo Ibero y el centro de salud de Expansión Norte sean, en el mejor de los casos, edificios a medio hacer abandonados al cobijo de ratas y mugre. No me gusta un casco histórico descuidado y de solares, nidos de suciedad, que rodean una catedral que pretendemos sea patrimonio de la Humanidad. No me gusta que una capital de provincia no albergue en su casco urbano un solo cine. No me gusta un servicio de autobuses urbanos que es capaz de concentrar tantas críticas plenamente justificadas. No me gusta que una infraestructura como el tranvía, que costó una fortuna, siga parada. No me gustan las “banderías” parciales, estériles e improductivas que protagonizan los plenos de un Ayuntamiento arruinado. Ruina económica injustificada teniendo en cuenta todas las carencias, omisiones y ausencias que padecemos los giennenses por parte de nuestra administración más cercana. Finalmente no me ha gustado la enésima disputa entre Ayuntamiento y Junta a cuenta del servicio de ayuda a domicilio para los dependientes, y precisamente, el fiscal encargado de instruir diligencias al respecto, apunta las responsabilidades con gran acierto y justicia salomónica. Ni Ayuntamiento ni Junta de Andalucía pueden sustraerse del cumplimiento de sus competencias y obligaciones respectivas. El Ayuntamiento tiene que prestar el servicio, la Junta pagar.

A mí me gusta la eterna e inconmovible metafísica de Jaén, pero Jaén está hoy peor que nunca y la realidad lo revela cruelmente. Parálisis, suciedad, desempleo… Me preocupa Jaén porque la amo y tengo voluntad de perfección para con mi ciudad, por eso no me gusta lo que veo, todo lo que antes he relatado. Pero sobre todo, no me gustaría que el Jaén apacible y cómodo que muchos albergamos aún en nuestra memoria, dejase algún día de ser esa referencia metafísica, esencial, de Jaén, por la despreocupación de quienes más deben velar por su perfección, sus representantes.

martes, 3 de diciembre de 2013

TARDE O TEMPRANO



Antes o después llegará un momento en que estos tiempos darán paso a otros nuevos. No sabemos todavía si serán mejores o peores que los que actualmente vivimos. Pero si entre ambos periodos tuviésemos aunque sólo fuera un pequeño instante, para reflexionar acerca de lo vivido en esta época marcada por la agitación, la decepción, la indignación y desdicha, no podríamos dejar de reconocer y agradecer el papel que la Iglesia ha desempeñado como elemento de consuelo, humanidad y resuello para tantas personas que la han necesitado y no les ha fallado.

Sé que estas palabras que escribo, ni está de moda decirlas, ni gustarán a todos, que por supuesto, tendrán sus motivos para opinar en otro sentido. Pero es mi criterio alabar sinceramente la labor ejercida por la Iglesia. Dos milenios del lado de los que el mundo y el Hombre, en su peor faceta, han arrojado a una vida de sufrimiento. Sea por enfermedad, atendiendo incluso a aquellos a los que nadie quería ni acercarse, sea por pobreza, representando el último recurso para el hambriento, por soledad, marginación, etc. la Iglesia ha supuesto y supone un elemento imprescindible en la vida de la persona.

Esta asistencia carece de todo límite porque quienes la procuran lo hacen por fe. No es por ética, ni por estética. Todas estas últimas razones desembocan en cansancio y abandono y además, son ampliamente superadas por quienes realizan este cometido por ser su creencia y firme asentimiento, la de obrar con rectitud e interiorizarlo como fundamento de ser. Hacerlo por fraternidad, es decir, tenerse como hermanos, que supera por mucho a la solidaridad, que se ejerce con el extraño.

Bien es sabido los muchos y muy graves errores y desmanes, cuando no crímenes, que han sido cometidos por los integrantes de la Iglesia, desde los laicos hasta el mismísimo Papa, pasando por los distintos estratos que conforma el clero. Seguramente se siguen cometiendo incluso en el presente. Pero en ese “canasto” la virtud de las manzanas sanas es muy superior a las de las podridas.

Por desgracia no es necesario acudir a la lejanía de las misiones para comprobar este encomiable esfuerzo. Está presente en nuestra ciudad, en Jaén, y es que quiero concluir estas líneas resaltando la impagable función de todos los voluntarios que se afanan a diario sacrificándose por el prójimo. Todos aquellos que en estos días, a pesar del frío y las fechas, más propicias para otros menesteres, acuden a las puertas de supermercados a recoger alimentos, a aquellos que con tanto cariño los preparan y los sirven en el comedor de la iglesia de Nuestra Señora de Belén y San Roque, aplacando el hambre de tantas personas que además de alimento encuentran consuelo y amparo, porque no sólo de pan vive el hombre. A todos ellos mi admiración más profunda porque demuestran a diario que a pesar de la dureza del momento no faltan quienes no dudan en darse a los demás como lo que somos, hermanos. Esta bondad, será reconocida como debe tarde o temprano.

martes, 26 de noviembre de 2013

EPPUR SI MUOVE



Del italiano al español, “y sin embargo se mueve”. Frase atribuida a Galileo Galilei tras desdecirse del heliocentrismo ante el Santo Oficio.

Puede parecer, y motivos nos sobran para creerlo, que los partidos actúan como se pensaba que lo hacía el planeta Tierra cuando el transalpino defendía que no era así. Esto es, siendo los protagonistas de un orden natural de las cosas en que todo lo demás orbita y gira en torno a ellos. Pero de vez en cuando, cuando se aproximan unas elecciones, se producen movimientos como los que ahora tocan.

El motivo son las elecciones europeas, prueba de fuego para todos ellos. Supondrán un plebiscito a la labor del PP en el Gobierno, un examen a la tarea de Rubalcaba de resucitar al PSOE de sus cenizas, medirán hasta qué punto IU o UPyD crecen, y podrían ser el escenario también para la aparición de otras nuevas formaciones que vienen pujando fuerte como el Movimiento Ciudadano de Albert Rivera amén de otras que están por venir.

Buen ejemplo de esto que digo lo hemos visto este fin de semana y por partida doble. De una parte, un Congreso extraordinario en el PSOE-A que sitúa a Susana Díaz en la Secretaría General de los socialistas andaluces. El mayoritario apoyo a su candidatura, con un 98,63% de los votos emitidos, revela un pacto entre direcciones en aras a cauterizar las heridas abiertas en el seno de la federación socialista andaluza. Rubalcaba lo expresó en su intervención con su última frase al cierre del Congreso, “vosotros (los socialistas andaluces) sois nuestra fuerza”. Es indudable que el PSOE necesita que su marca andaluza esté en plena forma para afrontar con garantías cualquier proceso electoral y todos los esfuerzos eran necesarios para lograr esa unión.

De otra parte, en el PP tampoco han perdido la ocasión para ir preparando el terreno. Fue Esteban González Pons quien dijo este mismo fin de semana que el PP “es el único partido capaz de sacar a España de la crisis”. El mensaje está cargado de significado. Así, es posible que el PP haya defraudado a todo su electorado con sus acciones y omisiones, que sus problemas de corrupción sean causa de escándalo general, pero todo ello no es problema para enfatizar, como hizo el dirigente popular, que el PP es el clavo ardiendo al que agarrarse para lograr el principal deseo de todos los españoles; que termine la crisis económica.

La cercanía de las elecciones al Parlamento Europeo son la razón de aquel consenso y de este mensaje. PSOE y PP conocen muy bien lo mucho que se juegan en mayo, y hasta cierto punto no falta miedo en su actuar. Miedo a una abstención fuerte o a un divorcio pleno entre estos dos partidos y sus votantes, o miedo a que haya ocasión de abrir puertas a nuevas fuerzas hasta ahora ausentes que podrían ser las destinatarias de este voto descontento. Pero en cualquier caso, por más que les pese a aquellos que actúan por miedo, la Tierra, seguirá girando alrededor del Sol incluso sin ellos.

martes, 19 de noviembre de 2013

HUELGA Y DIGNIDAD



La huelga de los trabajadores de la empresa concesionaria del servicio público de recogida de basuras en Madrid ha ocupado gran parte de la información nacional e incluso internacional a lo largo de estos últimos días. Suciedad de las calles, mala imagen de una ciudad, molestias, olores, cumplimiento de servicios mínimos... buena parte de la opinión pública se pregunta al respecto hasta qué punto son lícitas ciertas actuaciones de los huelguistas. 

La regulación constitucional y demás derecho de aplicación establecen que el derecho a huelga está limitado por el respeto de los servicios esenciales de la comunidad, pero esto sólo nos da una respuesta parcial a un problema de fondo, el motivo de la huelga, que con mucho y como suele suceder, supera a lo previsto en las leyes. Eran más de mil familias de un total de seis mil efectivos con que cuenta el servicio de limpieza de Madrid las que iban a quedarse en la calle. Al resto le esperaban importantes rebajas salariales sobre un colectivo en el que el trabajador que más cobra percibe mil trescientos euros mensuales, y el que menos, quinientos. Periodos de paro forzados, subida de jornada laboral, etc. En definitiva un desastre que habría supuesto la pobreza para muchas de estas familias afectadas.

Ante esto no se puede pedir una respuesta tibia, haciendo empalago como solemos del respeto al Estado de Derecho y las leyes. Entre otras cosas, porque respetar el Estado de Derecho (social y democrático, que así comienza su definición por las leyes que defienden a ultranza los que ven en esta huelga un abuso) es también defender un mínimo de dignidad de los trabajadores, y las pretensiones de las empresas concesionarias no iban precisamente por este camino según ha quedado expuesto.

El trabajador está hoy más desprotegido que nunca. Se puede hacer de él prácticamente lo que se quiera, sin reparar, que hay familias que para llevar el pan a sus casas dependen única y exclusivamente de esos sueldos para procurarse un mínimo existencial que ahora niegan en favor de términos inhumanos como productividad, ahorro de costes salariales y competitividad.

Efectivamente, sería estúpido negar las lógicas molestias que producen las huelgas, más una como esta, pero sería más estúpido aún dejar de hacer todo lo posible para evitar el daño que se produce a una familia cuando pierde su medio de vida y la dignidad del trabajador cuando se menoscaban sus condiciones materiales de contratación. Sencillamente no se puede permanecer quieto ante estos abusos que suponen la pulverización de los legítimos derechos de quien aspira a trabajar en unas condiciones mínimamente dignas. Por tanto, poco o ningún reproche cabe hacerse de los que conscientes de esta situación que hoy afecta a estos trabajadores y mañana afectará a otros, defienden sus intereses frente a estas agresiones.

En el plano político, el papel del Ayuntamiento de Madrid en esta huelga supone el agotamiento del crédito que nunca tuvo su alcaldesa, Ana Botella, paradigma del mal hacer de los partidos y que tuvo en su marido, Aznar, su único y principal mérito para ser merecedora de una alcaldía, que ya se vio por el caso Madrid Arena, le quedaba muy grande.

martes, 12 de noviembre de 2013

LA CONFERENCIA DEL PSOE



El plano en el que se mueven los partidos políticos se asemeja en ocasiones a las placas tectónicas. Presentan un aspecto exterior rígido pero se mueven sobre una capa interna algo más dúctil que en ocasiones propicia este movimiento. Este paralelismo puede aplicarse a lo vivido por el PSOE en la conferencia política que ha ocupado a los socialistas durante todo el fin de semana. “El PSOE ha vuelto” proclamaba a voz en grito Rubalcaba en la clausura. Seguramente sean los lemas de este tipo los que protagonicen finalmente el cónclave; y ese es exactamente el problema, quedarse en el eslogan.

Si nos remontarnos muy poco tiempo atrás, cuando gobernaba Zapatero, encontraremos que la política antisocial del gobierno del PP que ahora denuncian los socialistas, tuvo su precursora en la bajada de las pensiones, la reforma laboral de 2010, la bajada de sueldos a funcionarios, etc. Es particularmente paradójico ver cómo algunos de los participantes de la conferencia cantaron La Internacional si recordamos que esa reforma laboral de 2010 contemplaba el despido de un trabajador de su empresa por disminución de beneficios.

Nos habla Rubalcaba de denunciar el concordato con la Santa Sede. Esta promesa es ya un clásico cuando el PSOE ocupa las bancadas del Congreso reservadas a la oposición, pero lo cierto es que cuando ocupa las de gobierno nunca ha modificado, por ejemplo, las leyes de educación en el sentido de eliminar la asignatura de Religión del ámbito educativo público. Tampoco ha legislado jamás para exigir a la Iglesia católica su autofinanciación, como ahora defiende.

Por último alude el Secretario General a la renovación del partido. Supongo que no estará pensando en sí mismo cuando dice estas cosas, él, que lleva toda su vida en política y al que tienen abrumado sus propios compañeros de filas por pedir un día sí y el otro también la renovación de la cabeza del PSOE.

Así, volviendo al símil de las placas tectónicas hecho al comienzo de este artículo, podemos afirmar que el PSOE se mueve porque el sustento sobre el que descansa lo obliga. Las dificultades por las que estamos pasando, unidas a la inmerecida respuesta que muestran los partidos políticos, el PSOE entre ellos, producen una enorme falla (prosiguiendo en la jerga geológica) entre afiliados y cúpulas de poder, entre votantes y partidos, entre gobernados y gobernantes. Es mero instinto de supervivencia que los partidos hagan, al menos, una labor de enjuague que maquille estas desafecciones. Pero, traducido en hechos, se sigue mostrando la misma cara, que es lo que cuenta. El objetivo último no es hacer un verdadero ejercicio de introspección y materializar los cambios necesarios para satisfacer las exigencias que ciudadanos, votantes y militancia exigen. Es, según la experiencia descrita, mantenerse en el poder. En el caso del PSOE emplear el reclamo justo que haga volver, no al partido como dijo Rubalcaba, sino los votos, que incautos, pueden verse seducidos por estos cantos de sirena.

En cualquier caso, sí quisiera concluir reconociendo públicamente que Susana Díaz, por el tono y contenido de su intervención en defensa de la unidad de España hecho en esta conferencia, parece tener más fondo del que supuse en un principio.

martes, 5 de noviembre de 2013

JUAN JOSÉ



Fue en el plenario municipal celebrado el pasado jueves, cuando una voz, envuelta en la vehemencia de la que se sirve la razón cuando arrolla impetuosa como un torrente desbocado, resonó en el salón de plenos del Ayuntamiento de Jaén. Cuando me quise dar cuenta, absorto como estaba presenciando este testimonio in situ, habría podido asentir con mi cabeza del orden de diez veces, aquel hombre estaba diciendo la verdad. En su intervención no interrumpió la sesión, no alzó entretanto voz o cartel alguno reivindicando su causa. Se limitó estrictamente a usar el turno de palabra que para la exposición de la cuestión que le afectaba se le concedió. No hizo falta más, pues el mensaje que transmitió quedó expuesto con tal nitidez y brillantez que no fue necesario ir más allá.

Se trataba de un convecino nuestro, representante de un grupo de propietarios de las viviendas conocidas como “Las Protegidas”. Este buen hombre, se quejaba de la difícil situación por la que estaban pasando estos vecinos. Expuso, como conocemos, que cuando los propietarios tenían ya avanzado el acuerdo con las constructoras para la rehabilitación de sus viviendas, en situación de evidente deterioro por el transcurso del tiempo, la Junta de Andalucía frustró sus expectativas al declararlas bien de interés cultural. Las facultades de los propietarios en cuanto a la libre disposición de sus viviendas se vio entonces limitada por esta catalogación. A cambio, la Junta de Andalucía se comprometió a acometer las obras precisas para la rehabilitación de los inmuebles, pero diez años después, una década, los vecinos siguen sin una solución que ponga fin a estos problemas de deterioro, que según dijo, propician ya derrumbamientos parciales e incluso amenaza de ruina. Se preguntaba nuestro vecino si había que esperar a que sucediese alguna desgracia para que se produjera una efectiva intervención por parte de las distintas administraciones implicadas. Pidió el apoyo de los distintos grupos con representación institucional en el Ayuntamiento, y especialmente, el compromiso de la oposición en el Consistorio, que es a su vez gobierno en la Junta. Sin embargo, en su discurso no hubo lugar para la guerra partidista.

Todo ello lo hizo con firmeza en su exposición, pero con tal exquisitez en las formas que nada reprochable cabría achacarle tanto en estas, como en el fondo de su intervención ante el pleno. Pero fue ya de sobresaliente, cuando en la coda de su alocución, dijo haber estado presente en la sesión desde las ocho de la mañana (siendo que él intervino sobre las seis de la tarde) y que era la primera vez, aunque seguramente sería la última, que acudiría como público al plenario, pues según comentó, le producía vergüenza ajena el ver cómo punto tras punto los distintos grupos eran incapaces de solventar lo que a la postre eran problemas de los giennenses, sin previamente haberse dedicado mutuamente una buena ración de reproches y culpas. El silencio entre los ediles fue general.

Termino esta carta repitiendo lo que tuve ocasión de decirle a nuestro vecino, Juan José, pues es su nombre, tras preguntarle por este la concejala de IU en su respuesta. Enhorabuena, ha dicho usted lo que todos pensamos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

DE AQUELLOS POLVOS...



Desde 1521 en que el Emperador Carlos presidiera la Dieta de Worms a la que fue llamado Martín Lutero a fin de que se retractara de sus tesis, pasando por la lucha de la España de Felipe II contra todos, hasta nuestros días, el papel en el mundo de la nación española ha ido perdiendo peso en proporción a su decadencia, quedando hoy relegada a un papel de comparsa de chirigota cuya voz  y reivindicaciones son desoídas con facilidad.

Acotando este problema a momentos más actuales, nos encontramos con que Zapatero hubo de ir mendigando al extranjero un lugar para España en el G-20. Gibraltar, donde esporádicamente nos aparcan un submarino nuclear, nos desafía con unos cuantos bloques de hormigón y tres patrulleras de costa. Argentina y Bolivia confiscan (que no expropian) a empresas españolas. La historia con Marruecos ni la cito por falta de espacio, y por si fuese poco, dentro de nuestras propias fronteras, un presidente de una región nos monta un guirigay secesionista. Todo ello gratis además. Ahora, le toca el turno de cruzarnos la cara al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Su fallo sobre la llamada Doctrina Parot, declarándola contraria al Convenio Europeo de Derechos Humanos, ha torcido un criterio avalado por la más alta jurisdicción española, como hicieron el Tribunal Supremo y el Constitucional en su momento.

El Reino de España ha fracasado en la labor que tenía de hacer prevalecer su criterio en la defensa de esta doctrina jurisprudencial, asunto de máxima sensibilidad a tenor de la gravedad de los hechos sobre los que recae. Terroristas, asesinos, violadores… destinatarios de los efectos de la Doctrina Parot, que muy probablemente abandonen la cárcel en breve como consecuencia del fallo de Estrasburgo.

Teorías sobre lo sucedido las hay para todos los gustos, desde los que achacan la responsabilidad del sentido del fallo del Tribunal al juez nacional, Luis López Guerra, hasta los que afirman que el Gobierno podría haber hecho y puede hacer mucho más en la defensa de esta doctrina. Ambas desembocan en una sola conclusión, dar cumplimiento a un supuesto acuerdo suscrito en el llamado proceso de paz, que propició la renuncia de ETA a la lucha armada. Mi opinión es que concurren ambos elementos. Pero lo uno y lo otro es fruto de la debilidad del Estado, de la debilidad de España.

No pretendo persuadir al lector de volver a aquellos tiempos en que en España no se ponía el Sol. Pero mi propia conclusión, es que una nación que no sabe reconocerse ni respetarse a sí misma, poco reconocimiento o respeto puede esperar de los que son completamente ajenos a ella, y de esto, somos culpables todos. Sólo cuando terminemos con las divisiones que nos separan y recuperemos nuestra unidad, volveremos a ser fuertes, y en consecuencia, respetados, dentro y fuera de España.

martes, 22 de octubre de 2013

SINDICATOS



Debido a la crisis económica, ha sido mucha la carga impuesta sobre los hombros de los asalariados. Trabajadores que han sufrido en sus bolsillos y en los de sus familias los recortes adoptados por la administración, que han desembocado en el menoscabo de sus derechos laborales cuando estos no se han visto directamente cercenados. Muy a pesar de lo que diga nuestro paisano Cristóbal Montoro, los sueldos no han hecho sino reducirse, las condiciones laborales precarizarse y muchos de los derechos anteriormente ganados, desaparecidos.

El trabajador por cuenta ajena se pregunta con toda legitimidad y lógica dónde están los sindicatos, qué labor han hecho para impedir todo esto. Cómo han ejercido su tarea de contrapeso ante la reforma laboral, el paro galopante que padecemos, etc. Sin embargo, cuando hablamos de sindicatos tendemos a pensar en las dos grandes siglas que representan este estrato social, UGT y CC.OO. Ambos son protagonistas de la escena actual junto a los partidos políticos tradicionales PP y PSOE. Todos ellos se encuentran superados por el devenir de los hechos y denostados públicamente. Pero resultaría erróneo pensar que la acción sindical en España queda únicamente circunscrita a estas formaciones. Sería igualmente injusto para con el resto de agrupaciones sindicales creer que la labor que desempeñan los sindicatos es prescindible porque estas dos centrales sindicales no estén a la altura de lo que se les exige.

Ahondando en los motivos por los cuales UGT y CC.OO. están perdiendo el favor de los trabajadores hay que citar las causas. Relajación en la defensa de los derechos de los trabajadores y una connivencia u oposición, por momentos evidenciada, con el Gobierno, según lo ocupen socialistas o populares, eso sin entrar a hablar del caso destapado por la prensa referente a las facturas falsas pasadas a la Junta de Andalucía o su implicación en la trama de los ERE.

De cualquier modo, el rol del sindicato es hoy por hoy más necesario que nunca, y porque los dos sindicatos más representativos de España no ejerzan su función como debiera de ser, no podemos permitirnos prescindir de la necesaria defensa del trabajador, de la contestación social a tanto atropello.

En conclusión, no solo los partidos políticos tradicionales necesitan un profundo replanteamiento en su funcionamiento y estructura. También lo es necesario respecto de UGT y CC.OO., porque no será sino a través de una auténtica reflexión en sus filas como podrán cumplir fielmente el papel que les atribuyen tanto la Constitución y las leyes, como los propios trabajadores, acreedores de unos sindicatos fuertes que puedan defenderlos sin pliegue alguno ante tanto desmán.

martes, 15 de octubre de 2013

LAMPEDUSA



Lampedusa es una isla mediterránea meridional de soberanía italiana, que ha cobrado fama muy a pesar de todos, por ser el destino, pero al mismo tiempo, el cementerio, de una vasta cantidad de personas que mueren en las aguas en el intento de cruzar los escasos ciento diez kilómetros que separan la isla de África.

El pasado tres de octubre tuvo lugar una auténtica tragedia, en la que 359 personas, sin distingos entre niños, mujeres y hombres, murieron en este trayecto. Las imágenes del pabellón donde son albergados sus cuerpos a la espera de darles enterramiento desgarra el corazón más endurecido. Particularmente cuando vemos esos ataúdes blancos, que guardan los cuerpos de los niños, de aquellos que ninguna culpa tienen y que son la inocencia y la bondad en su estado puro, y sin embargo, han encontrado una muerte horrible ahogados en la fría agua huyendo del hambre, la pobreza y la miseria.

Pero después de producido el daño y la muerte, cuando el propio mar es incapaz ya de seguir escondiendo esta tremenda infamia y amenaza con revelarla dejando al descubierto la auténtica pila humana de cadáveres que vela, es cuando por público y escandaloso que ha tornado el caso, las autoridades nacionales y europeas toman los hábitos de luto, se sitúan en primera fila del duelo y anuncian funerales y sepulturas que den un digno reposo a los difuntos.

Sin embargo, me pregunto, ¿acaso no hubiera sido más digno haber actuado con previsión habida cuenta del conocimiento preexistente del problema? Podría evitarse o al menos minorar este drama si se hubiese tenido otra actitud por parte de Europa. En primer lugar por responsabilidad, evitando el efecto llamada que desde el populismo más bajo tuvo lugar en los años en que el viejo continente necesitaba, no de personas, sino de mano de obra barata y en régimen de precariedad, para seguir recebando a bajo coste el crecimiento económico que luego se demostró, lo era en ficción. Posteriormente, me resulta imposible creer, que con los medios actualmente al alcance de las fuerzas de seguridad tanto de la Unión, como de los distintos Estados, sea tan difícil controlar y vigilar ciento diez kilómetros de mar, cuando se sabe además que esa es la ruta que toman los inmigrantes para llegar a Europa. Finalmente, en un mundo globalizado, en que mercancías y capitales viajan sin restricción merced a tratados varios, resulta ruin que no se ponga el mismo celo y colaboración en el control de personas que arriesgan tanto como su propia vida.

Podrán ahora las autoridades mostrar cuanta indignación y dolor sean capaces de transmitir, pero las conciencias no quedarán limpias hasta tanto se crea que la persona está por encima de cualquier otro fin y se actúe en consecuencia. Un responsable control de la inmigración, una auténtica integración de esta población y una verdadera cooperación al desarrollo en sus países de origen.

martes, 8 de octubre de 2013

AMARILLO CADÁVER



Es una triste tendencia que se está consolidando, el espectáculo que muchos medios de comunicación, especialmente cadenas de televisión, hacen de los sucesos que tienen lugar en España. Me refiero en concreto al crimen que a finales de septiembre puso fin a la vida de una niña de 12 años de edad, de Asunta Basterra Porto.

Desde que fue descubierto el cadáver de la niña, una hemorragia informativa a pleno caudal copa no sólo los informativos, cosa que hasta cierto punto, podría tener cierto sentido atendiendo a la gravedad del crimen. Lo que ya no es tan razonable, ni mucho menos prudente, es el amarillismo que practican estas televisiones, que aprovechando el supuesto tirón mediático que pueda tener un suceso de esta aflicción y desdicha, hacen un auténtico circo de un caso, que en mi opinión, no debería de pasar del espacio dado a la noticia sin más.

Sin embargo, la ética, el autocontrol y la prudencia que cabría esperar en la conducta de estos medios en el tratamiento informativo de semejantes casos de vergüenza para el género humano, son aparcados en aras a auténticas batallas televisivas encaminadas a captar la expectación más morbosa y visceral del público. Este amarillismo se encarna a través de los programas especiales en que se disecciona y desmenuza hasta el último detalle del suceso, para lo cual, no se escatima en tertulianos, expertos, reporteros y testimonios, y si además de todo ello situamos el programa de marras en "prime time", pues mejor. El tétrico circo abre su función, el debate estalla, cada cual emite su opinión muchas veces sustentada en la simple discrecionalidad o parecer que en ese momento se le antoja. El caso, en muchas ocasiones, trasciende del recinto reservado al suceso para trasladarse al debate público. La necesidad de reformar el código penal, la ley del menor, la función de los jueces y tribunales, etc.

Pero cuando esto se ha exprimido hasta la extenuación y el agotamiento, y va perdiendo interés, y lo que es peor, audiencia, todo se olvida y desaparece ¿Todo? No, todo no. Porque el muerto, muerto sigue y la familia permanecerá rota y marcada de por vida. De esta forma, lo que antes de ayer se llamó crimen de Alcàsser y ayer Sandra Palo, Marta del Castillo o Ruth y José, hoy se llama Asunta Basterra, y mañana; visto el éxito de la fórmula, se llamará, por desgracia, de otra manera.

En cualquier caso, no debemos pensar que estos casos de mala educación, en que concurren la culpa de televisiones ávidas de audiencia y espectadores buscando entretenimiento a cualquier precio, nos resultará gratis o inocuo. La triste consecuencia es el endurecimiento de los corazones y el embrutecimiento e insensibilidad de aquellos que no reparan en lo pernicioso que resulta la banalización de la muerte y el sufrimiento de la persona.

martes, 1 de octubre de 2013

EL TERMÓMETRO



Cada vez que se celebra sesión plenaria en el Ayuntamiento de Jaén, supone un termómetro bastante fiable acerca de la situación por la que transcurre la ciudad. Pero es más indicativo de la de los partidos que tienen presencia en él. Así, del pleno que tuvo lugar el pasado viernes, se puede ver con claridad que el mandato municipal está algo más que mediado no solo en el tiempo, sino en su propio estadio. Me explico. De los plenos celebrados al comienzo del primer mandato como alcalde de Fernández de Moya, se veía a un Partido Popular pletórico, en plena cresta de la ola electoral, que tras su abrumadora mayoría absoluta jamás vista en Jaén, aún debía de recoger la dulce inercia de la otra mayoría absoluta conseguida por el PP, esta vez, en las elecciones generales de noviembre de 2011. En el PSOE sucedió exactamente lo contrario, y como en la teoría de los vasos comunicantes, el desnivel a favor de los de San Clemente vació de contenido el de los otrora ocupantes de la calle Obispo Aguilar. Noqueados por el vapuleo recibido a las primeras de cambio, peleados entre ellos cisma de por medio, la marcha de Peñalver y Manuel López, sumergidos en plena crisis de partido a nivel general y hasta desterrados de su propia sede… el PSOE presentaba un nivel de oposición al nuevo gobierno municipal en su primera etapa que recordaba al pulso de un comatoso, seguía ahí, pero solo en estado latente. Aquellos primeros plenos eran un soliloquio popular, que documentación de por medio, hacían sacar los colores a toda la bancada socialista, a la que no le llegaba la camisa al cuello. Sin embargo, y pasado un año, los irreductibles socialistas andaluces fueron capaces, contra todo pronóstico, de retener su bastión, Andalucía, punto de inflexión. Fernández Palomino resultó elegido Secretario General de los socialistas de Jaén y capitularon con sus compañeros de la calle Hurtado.

Ahora, estamos en el nudo de la narración de este mandato. Los socialistas, como cuando era el PP el que ejercía la oposición, han vuelto a la calle, a la denuncia pública, a tomarles el pulso a los vecinos, a la lid plenaria, y parece que asumen su papel. Tal cual hizo el PP en su momento, aprovechan las debilidades ajenas. Porque el desempleo sigue acuciando gravemente a una ciudad paralizada, de proyectos sin fecha. La suciedad y dejadez en sus calles, evidentes, cabrean al pueblo, y el tranvía, sin solución, tampoco ayuda al gobierno municipal.

Todo está por precipitarse antes de las próximas elecciones municipales, pero los socialistas ya han dado su primer golpe directo al estómago del contrincante. La publicación de los “sobresueldos” del Alcalde. Podrá Fernández de Moya alegar en su defensa la licitud y la fiscalización de estas remuneraciones, pero el daño ya está hecho. No por su culpa, sino por haber manejado su partido con suma torpeza el caso Bárcenas, que ha emponzoñado la imagen del PP con enorme desgaste para estos. Los recortes, las subidas de impuestos, etc. Todo ello está dando aire a un PSOE, que pese a estar aún aturdido, preveo irá entonándose en el futuro. Veremos.

martes, 24 de septiembre de 2013

EL REY



Hoy martes es la fecha en que vuelven a operar al Rey para corregir los problemas de movilidad que viene padeciendo en los últimos años. Es patente el deterioro que ha sufrido en su salud durante este tiempo, todo lo cual ha abierto el debate sobre su sucesión, que ha venido además reforzado por las abdicaciones que han propiciado el cambio en las coronas belga y holandesa.

En esta controversia son distintas las opiniones sobre la postura que debería de adoptar el monarca dada la fragilidad de su estado de salud. Desde los que defienden la continuidad en el trono de Don Juan Carlos, pasando por aquellos que verían con buenos ojos una abdicación en favor de Don Felipe, hasta los que propugnan la conveniencia de un cambio en la forma de Estado hacia la república.

A mi modo de ver, todas las posiciones anteriormente enunciadas, tienen fundamentación suficiente para defender el contenido de sus razonamientos.

Aquellos que defienden la permanencia del Rey en sus funciones tienen a su favor la actual coyuntura de España. Nos encontramos en unas crisis económica y política severas, en que desempleo, recortes sociales y subidas de impuestos, han hecho arreciar un descontento popular generalizado. De otra parte la corrupción tampoco ayuda a dar estabilidad a un sistema cada vez más cuestionado. Para remate de males, la amenaza de secesión en Cataluña obliga a extremar la precaución en cuanto a cualquier tipo de cambios en estos estratos. Por otra parte, los achaques que aquejan al Rey en nada empecen una labor de dirección sobre los asuntos que le competen. No se haya impedido hasta el punto en que su papel pudiera estar comprometido por su enfermedad. Todo esto, unido a las dos experiencias republicanas en España, de turbulento transcurso y peor final, hacen poco prudente el relevo de Don Juan Carlos.

Los que defienden una abdicación del Rey en el Príncipe no vienen a romper con la monarquía, sino a reforzarla, pues la institución se mantiene, y lo haría con un rey al que se le presume una preparación idónea en su futuro desempeño. Además viene avalado por la experiencia que en su posición como príncipe ha venido desarrollando y preparando para cuando la sucesión llegue a término. La renuncia supondría también un punto y aparte en los líos personales y familiares (Urdangarín) que tanto daño han hecho a la imagen hasta hace poco, sin mácula, del Rey y de la monarquía en España.

Y es en este último punto donde más fuerza hacen los que validan la república, la de los escándalos que afectan al Rey y su familia, si bien creo que se equivocan en cuanto al planteamiento. Sin embargo, esta última vía parece la de posibilidades más remotas.

En cualquier caso, como conclusión, lo que necesita España hoy en día es una jefatura de Estado, que con independencia de la persona que la encarne, sepa procurar a la nación la estabilidad y, al mismo tiempo, promover las reformas políticas que tanto necesita.

martes, 17 de septiembre de 2013

EL TRIUNFO DE BACO



Si el genial pintor sevillano Diego Velázquez fuese contemporáneo nuestro, estoy seguro de que volvería a pintar su famoso cuadro, el de Los borrachos o El triunfo de Baco, expuesto al público en el Museo Nacional del Prado. No obstante convendría hacer alguna modificación a tenor de los tiempos que corren, sustituyendo al dios heleno del vino y sus acompañantes de borrachera por otro tipo de personajes de más actualidad.


Sabemos que desde 2009 la banca española ha recibido 52 mil millones de euros procedentes de fondos públicos. Es decir, del dinero de usted y mío, de los asalariados, de los pensionistas, de los recortes en educación, sanidad, justicia o pensiones, de la subida de impuestos y de la emisión de deuda por parte del Estado (también nosotros y las próximas generaciones). Con el aporte de esa cifra, desorbitada a todas luces, se pretendió sanear o paliar al menos, los desmanes cometidos por los propios bancos orquestados en sus consejos de administración y procurar la concesión de crédito a empresas y particulares a fin de reactivar la economía. Sin embargo, y a cambio de esa generosa contribución pública a empresas privadas, como son los bancos, nos encontramos con que estos destinatarios de dinero público, siguen sin dar crédito que reactive el flujo de liquidez, instando el desahucio de familias de sus viviendas, luchando como gatos panza arriba para no devolver el dinero de las participaciones preferentes y clausulas suelo, y por si fuese poco, despidiendo a un gran número de empleados por razón de las fusiones entre entidades, que igualmente son sufragadas con dinero público. A todo ello se une la circunstancia de que las antiguas cajas de ahorro rescatadas, se han transformado en bancos, con lo que ha desaparecido la obra social de las cajas, para, en su nueva condición de bancos, repartir dividendos entre sus accionistas. Pero como colofón de tan larga lista de agravios, el Estado, como pagador y ente que debería de servir en su condición de autoridad para evitar estos atropellos, nos dice a través del Gobierno, que "da por perdidos 36 mil millones de euros" de los 52 mil millones antes dichos. Conclusión: el Estado ha regalado a la banca 36 mil millones de euros, y nosotros, como pardillos, nos hacemos cargo de esa deuda para que nos traten de aquella forma.


Así pues y visto lo cual, maestro Velázquez, pinte usted de nuevo su famoso cuadro. Pero en esta ocasión retrate en la orgía al Gobierno en sustitución del dios Baco, como maestro de ceremonia, y a los banqueros, como los borrachos de la misma pintura, sin olvidar, eso sí, añadir una plaquita debajo de la escena, en el marco, que diga "sufragado por suscripción popular".




martes, 10 de septiembre de 2013

ENDEMIA



En los últimos tiempos hay, al menos, dos enfermedades que están afectando de forma endémica a los políticos en España. La primera dolencia que aqueja a nuestros representantes es la amnesia, que manifiesta sus síntomas más evidentemente cuando les llega la hora de ir al juzgado. Véase el caso de Javier Arenas en su declaración como testigo por el caso Bárcenas. El hombre adolecía de unas lagunas de memoria verdaderamente preocupantes, pues era incapaz de recordar y aportar respuestas claras y concisas a las preguntas que se le formularon. La segunda de las patologías se presenta en forma de dermatitis atópica, enfermedad de la piel. Convendrá el lector conmigo, que son legión los políticos que “se dejan la piel”, según ellos mismos insisten, por el bienestar de sus ciudadanos. Por fortuna para la fotogenia de estos denodados servidores públicos, el uso de tan manida metáfora sólo es un recurso retórico de saldo con el que despachar pronto un discurso vano, hueco, inane, consabido y seguramente falaz. Este es el caso de la flamante presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, pues la sevillana, en su toma de posesión, además de prometer “dejarse la piel” como otros muchos políticos de profesión convalecientes de este achaque, se autorretrató políticamente desvelando un nivel en armonía a la muletilla empleada. “Orgullosa heredera en la lucha por la igualdad de Zapatero”, se definió a sí misma la Sra. Díaz. Y se nota. De la terna socialista formada por Planas, Rodríguez y Díaz, era notorio que esta última cumplía a la perfección con el perfil del socialista 2.0 o de tercera vía en el que Zapatero tanto se apoyó. Pues él mismo lo encarnó a modo de precursor. Se trata de un tipo de político que no ha conocido otra dedicación que la misma política, la cual ha transmutado de vocación a profesión, y dada su palpable falta de capacidad para la administración pública, intenta suplirla con la imagen, el eslogan, y ante todo, el control inflexible del partido. Susana dice la verdad, efectivamente es digna heredera de Zapatero. Pero esta afirmación tiene su lado positivo, pues nos ha dicho una verdad y no una mentira. Sin embargo, y abandonando el tono que ha presidido hasta ahora la carta, esto es la confirmación de que el PSOE no ha aprendido aún absolutamente nada del resultado de las elecciones generales de 2011, ni de su actual situación, tan frágil. No ha aprendido nada por cuanto celebró en el PSOE-A unas elecciones primarias embridadas, y no ha aprendido nada pues vuelve a recurrir a un perfil de político cuya experiencia, una vez consumada, acabó en fracaso de bulto, cuyas consecuencias, además de otros elementos, siguen lastrando las siglas PSOE. Ambos factores, falta de democracia interna y políticos superficiales, sin fondo e insustanciales (profesionales de la política) son, a todas luces, problemas que los ciudadanos detectan y detestan. En consecuencia surge una pregunta, ¿Qué hará cambiar a unos partidos, que incluso electoralmente castigados, reinciden en los mismos vicios que los han llevado a esta situación de descrédito y desafecto?

martes, 3 de septiembre de 2013

¿SU CÓDIGO POSTAL?



Pregunta esta que escucha más de un giennense cuando, en caja, ha terminado de comprar en un establecimiento comercial, y que responde sabedor de que el 23 es un número ajeno a la tierra que pisa, que generalmente responde al 18, es decir, Granada. Fue durante este verano, volviendo de una fugaz escapada a la playa de Salobreña, cuando reparé en la próxima inauguración de una tienda de la cadena francesa Decathlon, en Pulianas (Granada), lugar este, que en los últimos tiempos se ha convertido en zona de peregrinaje comercial de muchos paisanos, hasta el punto de que, a día de hoy, recibimos publicidad en nuestros domicilios de los comercios allí instalados, e incluso se anuncian en distintos puntos de nuestra ciudad. Enterado de la apertura de esta tienda, recordé, cuando no hace tanto se comentó en Jaén la posibilidad de que esta empresa llegase aquí también. Pasado el tiempo y entre tiras y aflojas del otrora gobierno municipal y oposición, nada más se supo del asunto. Sin embargo, tanto esta oportunidad, como el rumor de la llegada de otro gigante como Ikea, desataron las ansias de muchos de que algo de todo aquello cuajase de verdad. Al fin y al cabo, son clientes dispuestos a recorrer casi ciento ochenta kilómetros para hacer unas compras, pasear y distraerse, o simplemente ver una película en unos cines. Esto, en sí mismo, nos da idea del anhelo existente porque empiecen a llegar a Jaén todos estos comercios que en otras muchas ciudades son ya una realidad. Más allá del eterno debate entre comercio tradicional y este otro tipo de negocios, que creo superado por cuanto no he oído que en las ciudades donde existen estos centros comerciales hayan desaparecido los primeros, existe la discusión de cómo concentrar en Jaén, las inversiones necesarias para la construcción de grandes superficies. Para ello es fundamental el PGOU que el pleno del ayuntamiento de Jaén aprobó el pasado mes de abril en forma provisional, y, que a expensas de solucionarse el reparo formulado por la Junta de Andalucía, será la base para posibilitar la consecución de este objetivo. A pocos se les escapa que la celeridad en la tramitación de estos instrumentos de planificación es condición necesaria para el éxito de estas inversiones, sin embargo, el PGOU va camino de enquistarse en una nueva “peleíta” entre políticos y administraciones, que diría el antiguo defensor del pueblo andaluz, José Chamizo. Lo anunció recientemente el propio Alcalde, quien pronostica una movilización política y social sin precedentes en la ciudad, en defensa del plan aprobado por la mayoría absoluta del PP en el Ayuntamiento. Entonces, cabe preguntarse, si fuera posible, que por una vez, entre Ayuntamiento y Junta, y por el bien de todos, las peleas partidistas hiciesen un paréntesis, para que este empeño no acabe como otros tantos proyectos para Jaén, es decir, paralizados sine die. Eso sí, será necesario tomar el camino “difícil”, el del acuerdo, y no el fácil, el de la gresca interesada de los partidos, que, volviendo a citar a Chamizo, nos tiene “hasta el gorro” a las personas.

martes, 23 de julio de 2013

MAL ÁRBOL, MALOS FRUTOS



Más allá del caso Bárcenas, de los ERES y de la multitud de casos de corrupción que le estallan en las mismas manos a la práctica totalidad de los partidos políticos con representación en las instituciones, se encuentra la forma o el modo con que estos responden a la mencionada problemática. Se trata de la reacción pública dada por las formaciones políticas involucradas en estos abusos. Concretando, si evaluamos la respuesta del PP y del Gobierno al escándalo de los presuntos sobresueldos y financiación ilegal protagonizados por Luis Bárcenas, (por ser este asunto de extrema gravedad y actualidad) esta reacción no ha podido ser más torpe, y lo que es peor, menos respetuosa para con los españoles, que son a la postre los grandes perjudicados y defraudados. Explicaciones tortuosas e ininteligibles de salarios en diferido, comparecencias en plasma y sin derecho a preguntas por la prensa, “todo es falso salvo alguna cosa que es cierta”, y lo último, las declaraciones de miembros del Gobierno que cuando son preguntados por la comparecencia que pudiera efectuar el Presidente en las Cortes para explicar todo esto, dicen que la misma tendrá lugar en el momento y en la forma que él lo considere “oportuno”. Término este de pronunciación muy desafortunada, que en opinión del que suscribe desprende tintes chulescos nada apropiados a la gravedad tan profunda de la cuestión de fondo que se debate ¿Cuándo considerará “oportuno” el Presidente dignarse a comparecer para dar explicaciones de lo acaecido? Muchos pensamos que ante el calado y el cuerpo que va tomando este escándalo, la situación no puede salvarse sino con la dimisión de Mariano Rajoy, con lo que menos todavía, nos gusta lo enclenque de semejantes explicaciones y reacciones, y las maneras utilizadas. Resulta enervante que en pleno aluvión de publicaciones de contabilidades en B, de mensajes entre Rajoy y Bárcenas hasta hace bien poco, y de toda clase de ponzoña que en cualquier otro Estado serio bien hubiese motivado ya la dimisión de los responsables políticos, en España, este verbo, “dimitir”, ni se conjuga aún. Todo ello es fruto de una legislación, que por otra parte, en nada obliga a estas personas concernidas a dar las oportunas, ahora sí, explicaciones, siquiera. El origen de esta falta de motivación que propicie la transparencia, la fiscalización y el control necesario en estos casos, está acertadamente sintetizado en el Evangelio de San Mateo cuando dice: “¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de las zarzas? Del mismo modo, todo árbol bueno da frutos buenos, mientras que el árbol malo da frutos malos. No puede un árbol bueno dar frutos malos, ni un árbol malo dar frutos buenos.” Y así, nos encontramos con que esa hipotética ley de transparencia será confeccionada por el PP de Bárcenas, por el partido que gobierna la Junta de Andalucía, donde desaparecen millones destinados a paliar el desempleo y nadie sabe nada, es decir, el PSOE, y será sancionada por un monarca que tiene a su yerno implicado en otro guirigay de similares características. Mal árbol, malos frutos.

martes, 16 de julio de 2013

NACIÓN, FUERZA Y ESTADO



Depuesto el gobierno de los “Hermanos Musulmanes” y su presidente Mohamed Mursi en Egipto por el ejército de ese país, queda abierto un debate sumamente interesante. Se nos plantea la cuestión de si es correcto o no, que la fuerza, incluso con un apoyo popular mayoritario, acabe con un poder que ha sido elegido democráticamente. Mursi fue elegido presidente de Egipto mediante unas elecciones libres que además contaron con la garantía prestada por la presencia de los observadores internacionales. Hasta ahí todo correcto. Sin embargo, ese poder que obtuvo en las urnas, tornó rápidamente despótico y contrario a las libertades cuando decidió disolver el Parlamento, blindarse ante la acción de la Justicia para sustraerse de su fiscalización y promulgar una Constitución y normas de desarrollo que vulneran notoriamente el derecho a la libertad religiosa. Esa desviación respecto de los cánones habidos en democracia, sería la clave para responder a la pregunta. Cabría reputar como legítima la caída por las armas de un poder que ha excedido el ejercicio de sus potestades legalmente previstas. No obstante, estos hechos han dado lugar a verbalizar el término golpe de Estado. Existe un rechazo comúnmente admitido a que sea la fuerza o la violencia la que propicie los cambios en la forma política de una nación, pero, salvo excepciones, ha sido esta la vía consumada para tales fines. El ejemplo paradigmático lo encontramos en las revoluciones americana y francesa del siglo XVIII. Hitos históricos que con sus luces y sus sombras indubitadamente protagonizan la transición producida desde el Antiguo Régimen hasta los sistemas que hoy conocemos en Occidente. Pero no se llevaron a término sin un profuso derramamiento de sangre y coste de vidas. La Declaración de Independencia de un país tan poco sospechoso de antidemocrático como EE.UU. lo dice bien claro, “cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, evidencia el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y proveer de nuevas salvaguardas para su futura seguridad y su felicidad”. La sanción es terminante al respecto, y sin embargo, no resuelve acerca del modo en que esos abusos y usurpaciones han sido producidos. Porque en democracia también es posible que sucedan. Por ello, hay que deslindar el concepto jurídico-administrativo de Estado y toda la regulación legal que conlleva, que no puede sustraerse “invariablemente” de otro concepto, político, que sirve de base a aquel y que se llama nación. Sujeto político sobre el que ha de responder el Estado y no al contrario. Hecha esta diferenciación entre Estado y nación, resulta inútil sacralizar norma alguna, incluso en grado de fundamental o Constitución, cuando de esta se deriva un claro perjuicio a la nación, por muy legítimo que haya sido el procedimiento empleado para su adopción, por lo que en el momento en que ella misma y sus instituciones regladas abandonen su propósito, es lícito, y sobre todo lógico, su sustitución o desaparición por otra que responda a esa naturaleza de ser.

martes, 9 de julio de 2013

GRACIAS REAL JAEN



Paladeando con enorme gusto el dulzor de las mieles del ascenso del Real Jaén a segunda división, la feliz noticia que con tanta ansia esperábamos podría suponer una lección a valorar y tener muy en cuenta en otros usos. Para ello, convendría hacer antes un ejercicio de lectura de las claves de esta gesta deportiva de nuestro equipo de fútbol y aplicarlas para extender esta alegría y bien a otros aspectos concernientes a la ciudad. Realizando un análisis mecanicista y metodológico del triunfo, consideremos en primer término que buena parte de los jugadores de la plantilla que ha pasado a la historia son comprovincianos. En consecuencia, este hito “made in Jaén” nos ilustra acerca de que ningún impedimento obsta a nuestra materia prima para ser capaces de cosechar éxitos. Por otra parte, la delicadísima situación económica del club, principal escollo amenazador incluso de su propia supervivencia como institución, no ha sido tampoco óbice en la consecución de este final feliz, no por casualidades, sino porque la nave blanca ha estado capitaneada por personas que han sabido dar la talla para llevarla a buen puerto, haciéndolo posible no solamente por la preparación profesional de la dirección del Real Jaén, sino también gracias a la valía personal y entrega sincera y de corazón de estos esforzados administradores, conforme a Derecho, concursales. Finalmente, la categoría de plata del fútbol nacional, no se podría haber alcanzado sin ilusión y esperanza, sin el convencimiento de que era posible y deseable lograrlo. Desmenuzadas las claves del éxito del “glorioso” ¿Y si los giennenses, todos, particulares e instituciones públicas y privadas nos propusiésemos conjugar colectivamente todos estos elementos para darle a Jaén ese empujón que la reactive, que la vigorice y haga progresar? Conseguir una ciudad bonita, cuidada, limpia, que ofreciese oportunidades de empleo y bienestar a sus habitantes, fruto de esta unión, de esa ilusión y del trabajo de aquellos que teniendo esta responsabilidad sobre sus hombros entiendan el mensaje. Hemos comprobado que hay un resultado cierto para la puesta en práctica de estos valores y esta forma de hacer las cosas, y también sabemos por la misma experiencia, cuál es el resultado de prescindir de todo ello, igual de cierto y presente. La misma frustración que nos producía ver a un club señero como el Real Jaén, con sus 90 años de historia, postrado en la segunda división B, nos debe producir ver a Jaén relegada, abandonada y olvidada, afligidos sus vecinos por el paro, la falta de industria e infraestructuras, la ausencia de limpieza y mal estado de las calles, y las incomodidades producto de la mala cabeza de algunos y la desidia de muchos, de proyectos abortados o indefinidamente relegados al olvido. Pero como en el fútbol, debemos ser conscientes de que merece la pena tomárselo en serio, seguir el ejemplo de lo que se puede conseguir y ponernos a ellos. En definitiva, de no dejar pasar las temporadas sin lograr nuestro ascenso. Entre tanto ¡Hala Jaén!

martes, 2 de julio de 2013

EL ESLABÓN PERDIDO



Julio Anguita tenía la sana costumbre de incorporar cierta autocrítica en sus mítines. Les hacía ver a sus votantes las contradicciones en que a veces incurrían. Pues bien, emulándolo, es cierto que mucha responsabilidad de todo lo que nos sucede se la podemos achacar a políticos, banqueros, empresarios, sindicatos… ¿pero, y nosotros? ¿Estamos libres de toda culpa? Cuando oímos por parte de economistas, empresarios y organismos internacionales que nada volverá a ser lo que era, que debemos asumir una nueva situación en que a lo que ellos llaman competitividad y sacrificio, se traduce en empeoramiento y precarización de las condiciones de vida, sociales y laborales, nosotros callamos ¿Por qué? Recuerdo cariñosamente a mi abuelo. Él me decía que los pantalones de su padre eran capaces de quedarse en pie por si solos cuando este volvía de la siega del cereal. Tal era el esfuerzo y el sudor del que eran fieles testigos sus prendas. Mi abuelo, por su parte, encontró trabajo en “Sevillana”, ahora Endesa. Trabajó en esta misma empresa durante toda su vida. Tenía un trabajo fijo. En esta empresa fue progresando, tenía derecho a pagas extraordinarias, estaba amparado por un convenio colectivo, los empleados disponían de residencias para su tiempo de vacaciones, finalmente se jubiló. Así, fue capaz, con su solo sueldo y la inestimable colaboración de mi abuela, de sacar adelante a sus tres hijos. Pudo procurarles unos estudios para mejorarlos a ellos. Y ahora viene mi generación. Tengo veintisiete años. Nos hayamos sumidos en una crisis económica en que nos dicen que vamos a ser la primera generación en vivir peor que la anterior. Tal es el drama, puesto que a nosotros nos espera trabajar hoy y el despido mañana, quince días aquí, seis meses allá, unos salarios indignos incapaces de procurar el acceso a la vivienda en propiedad, contratos basura y no hablemos de jubilación. Ante esto, ¿Somos dignos herederos del esfuerzo y sacrificio que nuestros mayores protagonizaron? Honestamente no. Llamados la generación “mejor preparada”, muchos de nosotros tenemos estudios universitarios, posibles gracias a nuestros padres y abuelos, pero también hemos sido calificados de “generación perdida” ¿Qué hemos hecho mal? Pues bien, ¿acaso hemos alzado nuestras voces denunciando estas miserias? ¿Hemos reivindicado ante los culpables de la crisis el mérito de nuestros predecesores y nuestro deber de corresponderles por semejante contribución? No hemos sido capaces. Tristemente, aun sin generalizar, nos hemos afamado por la fiesta, el botellón, la tontería, la indolencia… En definitiva, la falta de espíritu y pulso necesarios para estar a la altura de las circunstancias, de hombres y mujeres que por edad antes eran padres y madres de familia. Sería nuestra vergüenza dimitir de esta responsabilidad para con nosotros, nuestros predecesores y sucesores, de constituirnos en ese eslabón débil o perdido de la cadena que rompiera esa línea ascendente de amejoramiento general de la vida contra la historia misma, que se diga de esta generación que tiró por la borda años de sacrificio sin plantar cara. El deber, literalmente, nos lo impide.

martes, 25 de junio de 2013

FLOR NUEVA DE ROMANCES VIEJOS



Reconozco lo mucho que me airé el pasado miércoles por la foto que los diez rectores de las universidades públicas de Andalucía se dejaron tomar con Griñán por al acuerdo para “proteger el sistema público universitario de Andalucía”. Una nueva muestra de lisonja a los políticos que resultan “simpáticos”. De todos es conocida la enorme deuda que la Junta de Andalucía mantiene con sus universidades públicas. Más con la de Jaén, que llevó a su Rector a plantearse públicamente la dimisión si la institución que preside no era capaz de afrontar sus pagos debido a esta deuda. Así, mientras la fotogenia de los rectores irradia del Sol de San Telmo, en caso de haber sido el Ministro de Educación, Wert, el protagonista de dicho encuadre, dudo mucho que hubiera gozado de tan generosa y nutrida presencia. Parece mentira que estos “paladines” que son en la Junta de Andalucía de la educación pública, vendido todo ello con alharaca, tengan que prometer a los rectores el pago urgente del 10% de la deuda que la Junta mantiene con la universidad pública andaluza. Menos fotos y pactos y páguese lo que se adeuda. Hechos son amores y no buenas razones. No tiene cabida presumir de la defensa de la educación pública y al mismo tiempo ponerla en jaque por la deuda que irresponsablemente tienen contraída con ella. Así por ejemplo, en Jaén 254 alumnos se disputarán las 128 plazas que es capaz de ofertar el Conservatorio de Música, por lo que muchos de ellos, aun aprobados, quedarán sin plaza. Todo por falta de medios, por falta de apoyo económico de la administración. Contradicción pura. Sin embargo, aprovechando el foco puesto sobre la política andaluza parece ímprobo e incluso irrealizable el esfuerzo que en mi opinión deberán hacer los grandes partidos políticos de la región para volver a venderse como la encarnación terrenal redentora de las desdichas que nos aquejan. Más allá de los escándalos por corrupción que enturbian la imagen general de la política, y del desesperante paro, hay que añadir otros elementos o factores. Es muy probable que ni Griñán, ni Valderas, ni Zoido, repitan como primeros espadas de PSOE, IU, y PP respectivamente. El primero por edad. Sus 67 años hacen poco factible que vuelva a capitanear a un hegemónico PSOE, que a pesar del tiempo, décadas en el gobierno de la Junta, parezca sucumbir siquiera a los mismísimos EREs. El segundo, Valderas, relevado ya de la coordinación general de IU Andalucía por Antonio Maíllo, podría ser incluso que aspirase a protagonizar un futuro y segundo pacto PSOE-IU visto para desalojar al PP de La Moncloa. Por último está el PP andaluz, que después del batacazo de su vida aquel 25 de marzo de 2012, en ese suma y sigue de su particular rosario de frustraciones en Andalucía, se echó en manos del sevillano Zoido como “Papa de transición”, que ocupará la comburente regencia hasta nueva noticia o “dedazo”. Mucho me temo, por experiencia, que el relevo de estos políticos andaluces será “flor nueva de romances viejos”.

martes, 18 de junio de 2013

CONTRASTE



Al hilo de la portada de Viva Jaén del pasado viernes 14 de junio en que se nos informaba de los recortes en becas de estudio a 600 alumnos de la Universidad de Jaén, y en conexión con las declaraciones del Presidente del Gobierno hechas el pasado sábado en que “anima” a la banca a la concesión de créditos al objeto de reactivar la economía, es fácil advertir el contraste entre las renuncias impuestas por el Gobierno a los españoles y los “ánimos” que en cambio Rajoy dirige a la banca para que abra la financiación a empresas y particulares. Al estudiante se le ha retirado la beca directamente, no se le anima a renunciar a ella. Además, y debido a la reforma de la Ley de Educación, necesitará obtener más de un 5 (aprobado) para mantenerla si la ha conseguido. Pero a la banca, cuya función social consiste en la concesión del crédito, se la invita, se le anima amablemente, a cumplir con esa tarea asignada. No se le impone, no se la obliga. Eso, a pesar del enorme gasto que la hacienda pública ha hecho con cargo a todos nosotros para que la banca no quebrase. Llama la atención esa disparidad de trato del Gobierno respecto de unos y otros. Pienso en aquellos funcionarios a los que lamentablemente no se les animó a renunciar a parte de su sueldo, en aquellos pensionistas a los que no se les animó a perder poder adquisitivo, en aquellos trabajadores a los que no se les animó a perder días de indemnización por despido con la reforma laboral de 2012, y en todos nosotros, cuando por desgracia no nos animó Rajoy a pagar más impuestos. Esta actitud injustamente discriminatoria nos hace ver con claridad quiénes son los que de verdad importan a algunos políticos. A quiénes obedecen. ¿Con qué cara se presentarán ante nosotros en las próximas elecciones para pedirnos nuestro voto? ¿En qué mitin nos contarán lo mucho y bien que trabajan para nuestro provecho? ¿Le dirán a ese estudiante de Jaén que ha perdido la beca de estudios, que mientras que a él le exigen una nota determinada, al que se puede pagar sus suspensos no se le exige nada más? Creo que no hay que regalar absolutamente nada. Lo que se da de regalado acaba por no valorarse. Sin embargo, una beca de estudios no ha sido nunca un regalo, un gasto, sino una inversión, y quien la ha recibido es porque amerita las circunstancias bastantes para tener derecho a ella. Mermando esa prestación que el Estado asigna, y con una exigencia para concederla de un rendimiento académico que vaya más allá del aprobado, queda rota la igualdad de acceso a la educación que es lo que verdaderamente constituye el núcleo de este derecho. Resulta inaceptable que alguien que pueda pagarse sus suspensos siga ocupando plaza en una universidad, mientras que otro estudiante becado que simplemente apruebe, con un cinco, pierda la beca que posibilita sus estudios. Animo por tanto al Presidente del Gobierno a reconsiderar estos contrastes.

viernes, 14 de junio de 2013

LA HERENCIA RECIBIDA



En estos seis años de travesía por el desierto en que la crisis económica y sus inmisericordes efectos han venido protagonizando el periódico de la mañana, el telediario de la tarde y el programa de radio de la noche, han sido muchas las explicaciones y justificaciones presentadas por políticos y administraciones para tratar de enjugar en lo posible su gestión. Quizá una de las más utilizadas haya sido la cita a “la herencia recibida”. Es decir, cuando se excusan en los problemas que asumen de un equipo de gobierno anterior. De eso quiero tratar en estas líneas. La alusión a esa “herencia recibida” es indistinta de la adscripción política del gobernante del que provenga. Ante el uso y abuso que administraciones y políticos hacen de esta disculpa hay que contestar que nadie obligó a los que ahora se quejan de sus predecesores a presentarse a unas elecciones o a postularse para el puesto de dirección política que ahora ostentan, y muchos menos a mantenerlo. Muy al contrario, los electores que depositaron su confianza y su voto en los que ahora tienen la responsabilidad -repito, libremente asumida- de gestionar la administración encomendada, eligieron esa opción porque en tiempo de campaña electoral les fueron prometidas las soluciones que ahora en justicia demandan. Nadie concurre a unas elecciones con la sola promesa de despotricar constantemente de su predecesor en el cargo. Por otra parte, ¿qué mérito tiene gestionar una administración pública cuando todo va bien? ¿Acaso el buen político huye de los problemas que se le plantean? Cualquiera es válido para ser alcalde, Presidente del Gobierno, etc. y no hacer absolutamente nada amparándose en lo hecho o recibido de otros. Es fácil llegar al poder, “cerrar el grifo” y que pase el tiempo, y si alguien advierte del deterioro en que desemboca todo… ¡Ah!, mire usted, la culpa no es mía sino del que estuvo antes porque despilfarró y lo hizo fatal. Pues no, en esto no consiste la vocación de servicio público, y si nada puede hacerse entonces, mejor irse. El buen cocinero, con menos, es capaz de hacer unas lentejas que saben a gloria. El buen maestro es el que consigue que sus alumnos, los aplicados y los que no lo son tanto, saquen adelante su curso. Así, parafraseando estos ejemplos, el hacer del buen político en tiempo de zozobra económica no es escudarse en errores ajenos y pasados, sino en ser capaz de captar inversiones, mantener las calles limpias o los servicios públicos funcionando, de mitigar el desempleo, de preservar, a fin de cuentas, un estado de las cosas que se corresponda con la gestión que como servidor público se le exige. Por el contrario y desgraciadamente, en Jaén estamos acostumbrados a que políticos de un partido y otro se culpen mutuamente de los males que aquejan a nuestra querida ciudad, a nuestra querida provincia, y que todo siga igual, en total parálisis. ¿Para cuándo unos políticos capaces de superar ese discurso facilón y perjudicial para nuestros intereses? Simplemente para cuando cobremos consciencia de que eso está en nuestra mano.