martes, 1 de octubre de 2013

EL TERMÓMETRO



Cada vez que se celebra sesión plenaria en el Ayuntamiento de Jaén, supone un termómetro bastante fiable acerca de la situación por la que transcurre la ciudad. Pero es más indicativo de la de los partidos que tienen presencia en él. Así, del pleno que tuvo lugar el pasado viernes, se puede ver con claridad que el mandato municipal está algo más que mediado no solo en el tiempo, sino en su propio estadio. Me explico. De los plenos celebrados al comienzo del primer mandato como alcalde de Fernández de Moya, se veía a un Partido Popular pletórico, en plena cresta de la ola electoral, que tras su abrumadora mayoría absoluta jamás vista en Jaén, aún debía de recoger la dulce inercia de la otra mayoría absoluta conseguida por el PP, esta vez, en las elecciones generales de noviembre de 2011. En el PSOE sucedió exactamente lo contrario, y como en la teoría de los vasos comunicantes, el desnivel a favor de los de San Clemente vació de contenido el de los otrora ocupantes de la calle Obispo Aguilar. Noqueados por el vapuleo recibido a las primeras de cambio, peleados entre ellos cisma de por medio, la marcha de Peñalver y Manuel López, sumergidos en plena crisis de partido a nivel general y hasta desterrados de su propia sede… el PSOE presentaba un nivel de oposición al nuevo gobierno municipal en su primera etapa que recordaba al pulso de un comatoso, seguía ahí, pero solo en estado latente. Aquellos primeros plenos eran un soliloquio popular, que documentación de por medio, hacían sacar los colores a toda la bancada socialista, a la que no le llegaba la camisa al cuello. Sin embargo, y pasado un año, los irreductibles socialistas andaluces fueron capaces, contra todo pronóstico, de retener su bastión, Andalucía, punto de inflexión. Fernández Palomino resultó elegido Secretario General de los socialistas de Jaén y capitularon con sus compañeros de la calle Hurtado.

Ahora, estamos en el nudo de la narración de este mandato. Los socialistas, como cuando era el PP el que ejercía la oposición, han vuelto a la calle, a la denuncia pública, a tomarles el pulso a los vecinos, a la lid plenaria, y parece que asumen su papel. Tal cual hizo el PP en su momento, aprovechan las debilidades ajenas. Porque el desempleo sigue acuciando gravemente a una ciudad paralizada, de proyectos sin fecha. La suciedad y dejadez en sus calles, evidentes, cabrean al pueblo, y el tranvía, sin solución, tampoco ayuda al gobierno municipal.

Todo está por precipitarse antes de las próximas elecciones municipales, pero los socialistas ya han dado su primer golpe directo al estómago del contrincante. La publicación de los “sobresueldos” del Alcalde. Podrá Fernández de Moya alegar en su defensa la licitud y la fiscalización de estas remuneraciones, pero el daño ya está hecho. No por su culpa, sino por haber manejado su partido con suma torpeza el caso Bárcenas, que ha emponzoñado la imagen del PP con enorme desgaste para estos. Los recortes, las subidas de impuestos, etc. Todo ello está dando aire a un PSOE, que pese a estar aún aturdido, preveo irá entonándose en el futuro. Veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario