lunes, 28 de marzo de 2016

LA ORQUESTA DEL TITANIC



Después de los atentados de Bruselas, que vinieron precedidos de los dos de París, que a su vez sucedieron a los de Londres, estos a los de Madrid, etc. los hay todavía quienes pretenden encontrar la causa a tanta barbarie e inhumanidad en motivos como la miseria, la pobreza, la falta de integración social o la marginalidad. Por analfabeto, por pobre, por marginado y por inadaptado, puede acabar uno pinchándose heroína en la vía del tren, atracando un estanco en Vallecas o pegándole un tirón del bolso a alguna anciana. Sin embargo, si el caso es que te atas un cinturón bomba al cuerpo y te llevas por delante a cien almas sin culpa alguna en el nombre de Alá, el problema trasciende ya de lo meramente social. Hay además un componente religioso, del Islam en concreto, que es condición sine qua non para llegar a tal punto de locura. Estas ideas de algunos, erróneas, no lo son menos que los que piensan que endureciendo el código penal van a conseguir eliminar el yihadismo, porque convendrán ustedes conmigo, que un tío que está dispuesto a hacerse saltar por los aires para matar a cuantos más mejor, poco miedo debe de darle enfrentarse a cuarenta años de prisión. Por último, se encuentran también los que ven en Occidente la raíz última de todos los males, y por el prisma de la famosa foto de las Azores, no consiguen sino atisbar torticeramente, la causa a tanto dolor y sufrimiento. Mal van, y si no, que le expliquen a un homosexual iraní que si lo cuelgan públicamente de una grúa en su país es porque Aznar, Bush y Blair acordaran invadir Iraq en 2003. Que le expliquen estas mentes pensantes a una niña africana a la que practican la ablación del clítoris si la caída de Saddam Hussein tiene algo que ver en esta antiquísima y brutal práctica, y por último, a las mujeres lapidadas, a los que torturan a latigazos, y así… hasta que alguno de ellos les dé la razón y achaque a Occidente la culpa última de sus males. Pero Occidente, por desgracia, al igual que la España imperial, se ha creído su leyenda negra, la que dice que todo es culpa suya. Y así, entre velas, poemas, homenajes, la conjugación del verbo être y políticos maniqueos, nos veremos como la orquesta del Titanic, zozobrando impasibles al solo de violonchelo.

lunes, 21 de marzo de 2016

LEXNET



Todo comienza con un mensaje en el móvil “Lexnet abogacía: 1 notificación(es) y/o sus adjuntos pendientes de descarga desde su último acceso”. Desde ese momento ya sé que tengo una notificación que hay que aceptar primero y descargar después desde la plataforma LexNet. Aplicación telemática y que funciona a través de Internet para recibir y presentar escritos ante los juzgados. De forma obligatoria desde el uno de enero. Y en ese instante comienza la batalla, la lucha, la pelea con el ordenador. Conecto el lector de tarjetas, inserto la tarjeta de abogado, abro el Explorer, accedo a LexNet introduciendo la contraseña de la tarjeta, y ahí está mi notificación. Tal cosa podría presumirse fácil a raíz del enunciado pero nada más lejos. Una aplicación tormentosa, que debería de funcionar con la agilidad de un correo electrónico pero que falla constantemente y se mueve con la torpeza de un elefante con ciática. No he visto en mi vida cosa igual. A veces pienso que a los abogados nos hacen la puñeta aposta a ver cuán grado de tragaderas tenemos. No entiendo cómo es posible que a estas alturas, una aplicación tan sencilla pueda funcionar tan rematadamente mal y puede suponernos tanto tiempo perdido. Los funcionarios de Justicia llevan su parte también en la cruzada del papel cero, pues ahora, para escanear un documento o hacer una fotocopia, deben de ingresar en el aparato contraseñas de nada menos que diecinueve dígitos, que cada tres minutos expira. Es decir, un trastorno brutal para todos. Lo más gracioso es que además de tener que presentar los escritos por LexNet, las copias de los documentos para las otras partes, se siguen presentando en papel. Es de cachondeo. Y a mí, todo esto me huele a tufillo fiscal que apesta, porque parece que teniendo constancia de los expedientes que llevamos los abogados luego no vamos a poder engañar a Hacienda en nuestras declaraciones. Nosotros, los abogados, recaudadores del IVA que les salimos gratis al Estado. Y hablando de impuestos, uno no puede dejar de ver la enorme diferencia entre el desastroso funcionamiento de LexNet y lo bien que funciona el programa PADRE, el de la declaración de la Renta y demás programas de pagar tributos. En fin, que un gobierno tras otro hablando de la necesidad de modernizar la Justicia, acortar plazos y dotarla de medios, y al final lo que sigue funcionando como un reloj suizo es Hacienda.

lunes, 14 de marzo de 2016

MÁS QUE UN DÍA DE BORRACHERA



El próximo jueves tendrá lugar en Jaén un año más la llamada Fiesta de la Primavera, que, prescindiendo del eufemismo, no es otra cosa sino un botellón enorme. Sobre este tema se reabre la polémica año a año observando la oportunidad de dejar que se celebre el evento dado el desembolso que genera al Ayuntamiento en dispositivos especiales de policía, sanitario y de limpieza; el riesgo intrínseco para la seguridad de las personas que entraña la realización del botellón, así como las molestias que se generan a los vecinos de las zonas aledañas.

La verdad es que nunca he visto la necesidad de ir expresamente a ningún sitio, y menos a un descampado, a coger una bomba de padre y muy señor mío, con alcoholes, que además son bastante duros para el cuerpo. Tampoco pretendo hacer de este tema causa del puritanismo militante, entre otras cosas, porque uno mismo, en ocasiones puntuales y dejado llevar por lo distendido del momento o la oportunidad de la compañía, igualmente ha caído en el exceso de beber.
En cualquier caso, lo que me parece más preocupante es la actitud del mensaje que se ofrece de todo esto, de la muchedumbre que ese día va al ferial a hacer botellón, porque me pregunto cómo cambiaría el panorama, si esas mismas ganas de ir al botellón fueran puestas en hacer de la juventud un sector más reivindicativo y luchador en la sociedad de lo que actualmente es. Quizá, si ese número de jóvenes, que en otros años han pasado de los diez mil, estuviesen, sí, en la fiesta, pero también y otros días a las puertas de las instituciones pidiendo trabajos fijos y bien remunerados, becas para estudiar, una ley de educación definitiva… todo cambiaría muchísimo. Efectivamente hay siempre, en la juventud también, un sector de la población que trabaja activamente por aquello que es bueno y justo, pero son siempre los menos. Da pena, que muchos de los que bajen el próximo jueves al ferial con sus bolsas de plástico y sus botellas, estarán igualmente sumergidos en el paro o en el empleo precario. Pero no protestan con las mismas ganas con las que beben. Y eso no puede ser.

En definitiva, estamos contando la misma historia de siempre, que se puede, pero no se quiere, y es esta la causa de la desdicha, más que un día de borrachera.

lunes, 7 de marzo de 2016

CUENTA ATRÁS



Primer intento de conformar gobierno y primer fracaso. La pinza PP-Podemos desbarata las magras opciones de Pedro Sánchez de cantar victoria y además de toda la parafernalia cutre y casposa de Podemos llama la atención la vuelta del Partido Popular a las andadas. Sí, a ese mismo papel de oposición que interpreta cada vez que le toca salir del gobierno, solo que esta vez no ha hecho falta ni apearlo del poder durante cinco segundos para que vuelvan las pataletas desde la bancada popular, los sarcasmos viperinos de Rajoy, carentes de toda gracia y más propios de cacique provinciano del siglo XIX orgulloso de la herrumbre que blasona su decadente estirpe. Por volver, ha vuelto hasta la ETA, recurrente amenaza que saca a pasear el PP en sus más bajos instintos y pasiones para azuzar el miedo a gobiernos extraños a ellos al tiempo que esconden bajo la alfombra aquel “movimiento vasco de liberación” y a Bolinaga. Al grito de se rompe España, votan en contra de prohibir expresamente un referéndum en Cataluña, y queriendo sacar pecho de recuperación económica niegan una socialización razonable de esa recuperación que descargue algo los castigados lomos de las clases medias, fritas a subidas de impuestos a lo largo de estos cuatro años.

Llama la atención del mismo modo, que aún en la plena consciencia de la exigua suma de escaños que concurren, el PSOE y Ciudadanos se hayan encontrado en sus pareceres antes de haberlo hecho con los que estaban llamados a entenderse por naturaleza ideológica y también por aritmética en aras a sumar para formar gobierno. Podemos en el caso del primero, PP en el del segundo. Un fallo enorme por parte de los dos partidos que llegaron a un pacto, el albergar esperanza alguna de sentido Estado entre quienes quieren destruirlo o quienes lo tienen como coto de caza propio.
Y ahora que ha pasado este turno, ¿qué? Pues tenemos a Podemos que ha arremetido con todo contra el PSOE, incluidos golpes bajos, y a un PP que sigue en su inexplicable campaña de acoso y derribo contra el único aliado que le quedaba, Ciudadanos, sin que en ningún caso la situación permita desbloquear el estado de desgobierno en el que estamos. El destino, salvo novedad de última hora son nuevas elecciones, y está en marcha la cuenta atrás.