lunes, 27 de abril de 2015

ELECCIONES MUNICIPALES



Con las cartas puestas boca arriba encima de la mesa, tras la publicación de las candidaturas de los partidos políticos que concurrirán a las elecciones municipales del próximo 24 de mayo en Jaén, comienza la partida entre los jugadores para hacerse con los sitiales, en plaza de Santa María, número 1.

El interrogante, o nudo principal de la cuestión, está en si el Partido Popular será capaz de retener la mayoría absoluta que actualmente ostenta en el Ayuntamiento. Desde luego, tiene cierto margen electoral para ello, pues tendría que perder tres concejales de los dieciséis que ahora tiene. En cualquier caso, la lista popular, a la que cabe achacar el defecto de ser excesivamente endogámica, tendrá que defender un mandato que si se puede definir con una expresión, sería la de coitus interruptus. Demasiados proyectos, luego irrealizados, para una ciudad que como hace cuatro años, sigue sumida en una profunda depresión económica y mantiene sus ya típicos problemas de limpieza, fluidez en el tráfico, deuda y atraso respecto de las obras comprometidas por el actual equipo de gobierno. Como el tranvía, muerto estaba, muerto sigue.

Sin embargo, cabe plantearse si la oposición, también la que habita extramuros, y me refiero con ello a Ciudadanos y a Jaén en Común (Podemos, Ganemos y la Asamblea Local de IU), serán capaces de abrir brecha en la actual representación municipal encarnada por PP, PSOE e IU y a costa de cuál de ellos. Parece claro que Ciudadanos hará daño al PP y Jaén en Común a IU –la lista presentada por la Asamblea Provincial- y quizá también al PSOE.

A Ciudadanos las elecciones le cogen en un momento dulce, de franca expansión, más aún tras los resultados obtenidos por la marca en las elecciones andaluzas de marzo. Quizá la clave de las elecciones municipales esté en esta formación y en cuántos concejales serán capaces de arrebatar al Partido Popular, ya que Jaén en Común se nutre fundamentalmente de candidatos que simplemente suman a costa de restar a Izquierda Unida.

Mi pronóstico es que el PP conseguirá trece concejales, nueve para el PSOE, tres para Ciudadanos y dos para Jaén en Común. No obstante, en esta tesitura, o en cualquier otra que suponga la pérdida de la mayoría absoluta del PP en el Ayuntamiento, seguirían siendo los populares los que más opciones tendrían de reeditar gobierno, con lo cual, escepticismo ante cualquier posibilidad de cambio en la ciudad.

lunes, 13 de abril de 2015

UPyDEP



Este es el jacarandoso juego de palabras, con el que el pueblo, siempre festivo, hace chanza del acrónimo UPyD en estos momentos aciagos por los que atraviesa. Aunque sea un chiste, es fiel reflejo de la realidad, pues ese partido se muere, o mejor dicho, lo han matado.

Después del fracaso de las elecciones autonómicas en Andalucía, y habida cuenta del flagrante y alevoso adelantamiento por la derecha que ha sufrido por parte de Ciudadanos, las dimisiones arrecian en cascada, las voces críticas dentro de la formación magenta se multiplican y sus militantes se pasan masivamente al partido de Albert Rivera.

Personalmente, me ha dolido la dimisión de quien hasta el jueves de la semana pasada era el candidato a la alcaldía de Jaén, Luis Serrano Barrie. Su dimisión y la de otras personas, muy válidas como él, de la dirección de UPyD en la capital. Es mi opinión personal, pero he tenido ocasión de contrastar que este grupo de personas creían verdaderamente en el proyecto que defendían, y seguramente, aún defienden, pero no ya desde UPyD. Han demostrado siempre ser gente seria, honesta, solícita, dispuesta y a la vanguardia. Alguna vez me ha tocado colaborar en la organización de debates públicos. Toda vez que se les invitó, han sido siempre los primeros en contestar sí, y sin condiciones. Otros, con muchos más medios o gente, han remoloneado o ni contestaron. Esforzados, preocupados y comprometidos en esta actividad tan denostada que es la política, han sabido hacer su trabajo.

Pero esa misma política es cruel y despiadada, más aún con quienes demuestran su valía. Y ahí tenemos a una Rosa Díez, desavisada de que su tiempo pasó. De que la realidad se impone siempre. De que un proyecto, por muy honesto, justo y limpio que sea, si no cuenta con el apoyo social, se vuelve inoperante. Esto le ha pasado a UPyD. Abrió brecha en el bipartidismo, ha obtenido grandes logros y ha conformado agrupaciones brillantes, como a mi juicio, la de Jaén. Pero los tiempos, quizá equivocados, aunque inapelables, han dictado sentencia. Deben de ser Albert Rivera y Ciudadanos quienes se encargue de mantener viva la llama prendida por UPyD en 2007.

Todos ven, salvo Rosa Díez, el error que supuso rechazar la alianza con Ciudadanos. Y en su afán de sostenella y no enmendalla, deja ahora por el camino, a personas tan válidas como nuestros paisanos.

lunes, 6 de abril de 2015

RAJOY DE TARSO



Sea por los malos pronósticos que le auguran las encuestas, o por los paupérrimos resultados obtenidos en las elecciones andaluzas por el PP, a Rajoy, coincidiendo con el tiempo de cuaresma y ahora de pascua, le ha pasado como a Saulo de Tarso, luego San Pablo. Primero perseguidor de los discípulos de Jesús, luego su apóstol entre los gentiles.

En la primera carta de Rajoy a los españoles, el antes recortador, ahora decide abrir la mano. Quizá por la inmediatez de las elecciones municipales y autonómicas, o por la proximidad de los comicios generales, lo cierto es que la conversión de Rajoy no desmerece mucho a la de San Pablo. Da la casualidad que los imprescindibles esfuerzos pedidos a los españoles, que ni eran imprescindibles, ni esfuerzos, ni pedidos; ahora, en tiempo electoral, ya no son necesarios. De hecho, según Rajoy y el Partido Popular, es el momento de hacer todo lo que antes dijeron que no se podía hacer, todo lo contrario a la ortodoxia mal llamada austera que ha venido practicando hasta la fecha. Bajar los impuestos, ampliación de la cobertura sanitaria antes cercenada a determinados colectivos, ataques contra los abusos de la banca, y un largo etcétera que ahora predica salvíficos y antes condenaba.

¿Cuál podría ser el análisis exegético de tan milagrosa transmutación? Moreno Bonilla (Juanma), el protomártir del PP, que como San Esteban, ha recibido en su cabeza las primeras pedradas por causa de su manifestación de fe en Rajoy. Este ha sido el detonante del viaje a Damasco emprendido por el Presidente. Un descalabro que, unido a las previsiones poco halagüeñas, ha hecho estremecerse los cielos donde habitaba el silente. Sin embargo, todas estas nuevas medidas del Ejecutivo, no hacen sino ahondar en la creencia marianista de fiar todas las cartas a la cuestión económica.

En cualquier caso, estrecha cintura por su comportamiento, la de un Presidente que, imitando a un mal alcalde, quiere atraerse a última hora el voto de sus vecinos arreglando tres rotondillas, dos jardines y una fotillo encaramado a una bici estática. Sin embargo, los hechos de Rajoy hablan por sí solos. Cabe preguntarse si tanta persecución hasta ahora ejercida puede ser contrarrestada por esta oportuna conversión, sincero arrepentimiento y propósito de enmienda. Veremos si el electorado obra con la misma indulgencia que los contemporáneos de San Pablo.