martes, 7 de enero de 2014

NI DERROTADOS NI VENCIDOS



No podía ser otro el escenario elegido que un antiguo matadero el lugar donde se escenificase el sábado pasado una exhibición genuinamente macabra, la de setenta presos de ETA puestos en libertad a raíz de la sentencia del TEDH sobre la doctrina Parot. Fue en la localidad vizcaína de Durango, y en dicho acto, los autodenominados “luchadores del movimiento de liberación” exigieron la inmediata amnistía total para el resto de etarras encarcelados, en su argot, “víctimas del conflicto”.

Claro está, la lista de agravios y humillaciones causadas no estaba aún completa para ellos en toda esta lóbrega historia. A la libertad decretada para unos asesinos que han manchado sus manos con la sangre de la muerte y mutilación de hombres, mujeres y niños, se une que muchos de ellos han penado escasamente unos meses de cárcel por cada una de las víctimas causadas. Posteriormente, tuvimos que aguantar el ver cómo eran recibidos en sus pueblos con auténtica alegría y alborozo. Ahora comparecen públicamente con absoluto descaro, declarándose, como se ha hecho por boca de José Antonio López Ruiz, Kubati (etarra condenado por 13 asesinatos) "receptores directos del sufrimiento padecido y generado".

En cualquier caso este acto no debe de extrañarnos o escandalizarnos sabiendo de quiénes proviene, porque esto y más cabe esperarse de etarras. No es así la reacción que cabría esperar de un Estado regido por instituciones mínimamente serias ¿Imaginan una comparecencia pública de Bin Laden en territorio estadounidense haciendo rechifla de sus masacres? ¿Y en Reino Unido? ¿Francia? ¿Rusia? Pues en España esto sucede. Sucede y se consiente por quienes están en la obligación no ya legal, sino moral, de impedirlo a toda costa, puesto que su sola posibilidad de producirse, es la constatación de hasta qué punto están degradadas las instituciones de un Estado que son incapaces de proteger su misma existencia, que es lo que por otra parte, estos setenta etarras y todos sus compinches han negado a través del asesinato durante todo este tiempo.

El Gobierno no puede excusarse como así pretende en la decisión de un juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, de no impedir el acto de Durango para así eludir cualquier responsabilidad. Si el criterio del juez ha sido el de no evitar el escaparate etarra, el del fiscal ha sido exactamente el mismo, recordando eso sí, que la fiscalía actúa funcionalmente por dependencia jerárquica y al Fiscal General del Estado lo nombra el Gobierno. El Gobierno ha tenido ya muchas oportunidades y ocasiones de promover la acción de la Justicia contra ETA y sobre todo su mundillo político (SORTU y BILDU) y no lo ha hecho, y eso no es por falta de medios sino por falta de voluntad.

En definitiva, todo esto no hace sino desmentir un mantra que por más veces repetido no es cierto. ETA no está derrotada ¿Cómo iba a estar derrotada una organización criminal que no se ha disuelto, que no ha pedido perdón, que no ha entregado las armas, que no ha reparado a sus víctimas y que se permite el lujo de presentarse impunemente ante la sociedad en semejante ejercicio de cinismo y escarnio?

1 comentario:


  1. Efectivamente ya no nos debemos sorprender ni de la banda terrorista ni del gobierno.
    De los primeros porque han jugado su papel desde el primer momento y les ha salido la jugada, y del gobierno por otro lado, porque vemos como consuma su enésima traición a la Nación y a los españoles de bien.
    El papel de la fiscalía en este caso ha sido cuando menos decepcionante por no decir bochornoso. Desconozco si será fruto de la casualidad, pero recordemos que de un tiempo a esta parte esta institución está destacando por pasar de puntillas, cuando no encubrir a presuntos delincuentes, en asuntos como el de la hija del Rey; y ahora nos sorprende al no tomar partido para que el acto de Durango no se llevara a cabo.
    Mientras la sociedad pone el grito en el cielo por conductas como esta, los políticos solo aciertan a decir que siempre estarán con las víctimas. Y yo les digo: "miren ustedes, ¡sólo faltaría que estuvieran al lado de los asesinos¡ Pero no se porque me da que pensar en que cada vez es más de esa forma.

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