martes, 27 de mayo de 2014

TOCADO, NO HUNDIDO



Las elecciones al Parlamento Europeo suelen ser unos comicios que más allá de su propio sentido como votaciones para esta institución, sirven de termómetro de medición de la situación de España, del Gobierno, de algunos partidos, etc.

La lectura de los resultados de estas elecciones y las consecuencias que arrojan causan sorpresa, por lo que, para abarcarlas, seré telegráfico en mi análisis.

La alta abstención, pero sobre todo, la noticia de la noche, como es la entrada del partido "Podemos", de Pablo Iglesias, en el Parlamento Europeo, con cinco eurodiputados, denotan el alto nivel de hartazgo y agonía del votante español. Simplemente impresionante. El partido del profesor de la Complutense se ha posicionado en una muy meritoria cuarta posición tras apenas unos meses de vida y una campaña que se ha centrado en las apariciones de Pablo Iglesias en tertulias y debates de televisión, pero sin embargo, ha desarrollado una vasta tarea de expansión a nivel nacional, extendiéndose en muchas ciudades. Unido ésto al discurso regeneracionista de otros partidos en ascenso como Ciudadanos y UPyD, Podemos, es un partido con un discurso profundamente cargado de denuncia pública de las injusticias y los padecimientos que ha ocasionado esta crisis entre las clases más populares. La crisis, por tanto, no ha pasado, como se nos quiere hacer ver por parte del Gobierno.

El PSOE por su parte sigue en caída libre con un Rubalcaba que consecuentemente dice adiós. Sin embargo, centrando el foco sobre el PSOE de Andalucía, es en nuestra región donde esta formación consigue la cuarta parte del total de los votos que acaparan los socialistas en toda España y le endosa diez puntos de ventaja al PP, que le amarga la noche al flamante Moreno Bonilla. Raro sería que Susana Díaz, en plena ola de auge, no decidiera adelantar elecciones autonómicas, un dulce demasiado goloso al que resistirse dadas las circunstancias.

En el caso catalán es la coalición liderada por ERC la que más apoyos suma en esta región (23%), desbancando de este modo a la abanderada por CiU (21%). Así, lo más probable sea que los de la Esquerra propicien igualmente un adelanto electoral en Cataluña crecidos por estos resultados que los sitúan a la vanguardia.

Por su parte, VOX, el partido surgido tras la decepción de muchos votantes populares por el "ablandamiento" de su partido, se queda a las puertas de tener representación. Veremos cómo afecta este resultado a la continuidad de estas siglas.

Por su parte, la denominada extrema derecha, sigue su imparable ascenso en Europa, especialmente en Francia, donde el Frente Nacional de Marine Le Pen obtiene la confianza de uno de cada cuatro franceses alzándose con una espectacular victoria sobre derechas e izquierdas. Es España una excepción en este sentido, donde la excesiva atomización de estos partidos impide este fenómeno.

Por último y no menos importante, queda analizar qué conclusión le queda extraer al Gobierno de estos resultados. Ciertamente el PP gana las elecciones, sin embargo su apoyo se ha visto muy reducido, lo que invariablemente conduce a pensar que los españoles reprochan la acción de gobierno del ejecutivo presidido por Rajoy.

En definitiva, tras estas elecciones, el bipartidismo queda tocado, pero no hundido.

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