martes, 13 de mayo de 2014

EL MITO DE LA CAVERNA



En ocasiones, se nos intenta hacer ver que no hay más mundo que aquel que se nos presenta ante nuestros ojos. Sin embargo, hay y existen muchas más realidades de las que somos capaces de percibir. Están ahí, pero o no somos capaces de verlas o se nos impide verlas. El filósofo griego Platón lo describe con gran acierto en su alegoría del Mito de la Caverna. Aquellos hombres de la metáfora platónica estaban recluidos en la caverna desde su nacimiento, únicamente vieron en sus vidas sombras proyectadas de realidades que estaban más allá de su mundo. Para ellos, el mundo exterior, con todas las realidades que le acompañan, no existía, puesto que no lo conocían.

A día de hoy el bipartidismo PP-PSOE hace que la sociedad española se encuentre en una situación parecida a la de aquellos hombres de la alegoría, pero en este caso, esa “ceguera” viene inducida por las malas artes o estrategias perfectamente definidas de los partidos mayoritarios.

Partido Socialista y Partido Popular son perfectamente conocedores de que cada vez les cuesta más trabajo ser el foco y centro de atención de la actualidad política y en consecuencia del voto del ciudadano. Son muchos años de gobierno en todas las administraciones y debido al trascurso del tiempo, a la crisis económica y a la multitud de casos de corrupción que les afectan, cada vez más, van perdiendo ese apoyo que antes era prácticamente indiscutido. La proliferación y ascenso de nuevas formaciones políticas unido al agotamiento y decepción de sus tradicionales votantes les está forzando a emplear un discurso, que si lo sabemos entender, llama a focalizar la atención en esos dos frentes. PP y PSOE. Como si nada más existiera fuera de ambas siglas, fuera de esa “caverna” o ilusión.

Los candidatos Elena Valenciano y Arias Cañete, del PSOE y del PP respectivamente, en las elecciones al Parlamento Europeo, persisten durante la campaña electoral en remarcar fuertemente esa división entre ambos partidos excluyendo que hay otros muchos que igualmente compiten. En muchas ocasiones insinúan que votar a un partido pequeño es poco menos que tirar el voto, cuando no lo dicen abiertamente, y apelan una vez más al voto útil para seguir siendo los partidos que hegemónicamente representen el voto en España. Para ello, no dudan en persistir en el tradicional cruce de acusaciones PP-PSOE o en centrar el debate sobre cualquier materia entre lo que propone uno y lo que ofrece el otro. Incluso el propio sistema electoral en España, está diseñado para mantener ese status quo. Se trata de fabricar, artificialmente, dos trincheras bien definidas sobre las que hay que decidirse, dejando fuera al resto.

Sin embargo, si bien es cierto que este diálogo bipartidista aún tiene recorrido aunque sea por propia inercia, la sociedad española empieza a despertar de esta ilusión y, poco a poco, va alzando la vista a otra realidad existente; la de otros partidos que vienen a demostrarnos que hay vida más allá de lo tradicionalmente aceptado como única vía posible.

Depende ahora de cada cual evaluar y analizar concienzudamente la situación, de echar la vista atrás, y decidir, si merece la pena seguir participando de ese juego de sombras e ilusiones, o de descubrir, que hay vida más allá de lo que hasta la fecha se nos ha tratado de hacer ver como única realidad, sin serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario