lunes, 16 de febrero de 2015

NIHIL PRIUS FIDE



Porque es cuestión de fe. La que le sobra y mucha al candidato del Partido Popular de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, Juanma, que anunció públicamente que le quedaban cuarenta y tres días para ser el próximo presidente de la Junta de Andalucía. Ahí es nada. Esta confianza en sí mismo es algo verdaderamente digno de alabanza encarecida pues uno se pregunta cómo y en qué forma. Y es que la oposición en Andalucía, encarnada por el PP, ha sido capaz de ser aún peor que el propio gobierno de la Junta. La labor del PP en Andalucía es tan pobre que no ha sido capaz de destronar a un PSOE en treinta y tantos años de gobierno, en una de las comunidades autónomas más castigadas por el paro de Europa y donde los EREs y otros abundantes escándalos de corrupción han supuesto la pérdida de miles de millones de euros. Es de carcajada atronadora, que ahora, este paracaidista al que ni los suyos esperaban, salvo el dedazo marianero (modo en que se hacen las cosas en el PP), venga a hacer pública manifestación de tan desbordada y desaforada profesión de fe. Honestamente, y una vez me he abandonado al síndrome de estocolmo, perdiendo toda esperanza de que se suceda un cambio en el gobierno de la Junta, solo espero un batacazo rotundo de Juanma en las elecciones. El PP en Andalucía es como Carlos Sainz, ya das por hecho que va a romper el coche, lo va a reventar en alguna curva, pero lo que no sabes es cuándo. Después de tanto tropiezo llega un momento en que incluso gusta, por qué no decirlo. Este año Carlos ha destrozado su coche en la quinta etapa del Dakar. Uno ya hasta se sonríe maliciosamente, pero bien pensado, hay motivo para ello.

Así, pese a que todos los vientos les fueron favorables al PP-A, se empeñan una y otra vez en ahogarse en la orilla. La absorción-abducción de la IU de Valderas por el PSOE de Susana Díaz dejaba al PP-A como única fuerza representante de la oposición en Andalucía. Ni por esas. Luego, la historia por todos conocida; un candidato, Juanma, no ya anodino, sino anticarismático; que fue impuesto una mañana de gracia por Rajoy cuando alguno incluso se veía ya en la eventual ejecutiva del ahora desabrigado José Luis Sanz. Y no lo olvidemos, para suceder a un circunstancial Juan Ignacio Zoido, que hizo las veces, muy a su pesar, de vicario del padre celestial, Javier Arenas. Un esperpento.

En definitiva, si Juanma se ve como próximo presidente de la Junta de Andalucía, alguien habrá que bien lo quiera y le recuerde en su provecho que a nadie lo recuerdan por su fe sino por sus obras.

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