lunes, 18 de julio de 2016

PRIMERA, SEGUNDA, TERCERA



A estas alturas España no tiene aún Gobierno y evidentemente es una mala noticia, más allá de la cuadratura del círculo que requiere conseguir la mayoría necesaria para la formación del Ejecutivo, hay que pensar que estamos pendientes de una sanción de Europa por incumplimiento continuado de déficit, que el terrorismo no deja de atacar apenas a mil kilómetros de donde usted está leyendo este periódico ahora mismo, que el empleo que se crea preocupa por su precariedad, que la amenaza separatista catalana sigue viva y que la corrupción ha empachado hasta tal grado que ya nada nos asusta ni nos escandaliza. Esto es como cuando a uno se le descompone el estómago encima y de sobrevenido, con tal fiereza que puedes estar de mierda hasta las orejas pero ya te da lo mismo. Que dice el refrán que lo poco asusta y lo mucho da igual.

Pues para formar gobierno es obvio que el PP es el partido mejor situado, sin embargo, más allá de los ciento treinta y siete diputados con los que cuenta, lo cierto es que no ha sido capaz de concitar apoyo expreso alguno. Si acaso la abstención de Ciudadanos en segunda vuelta. Sigue existiendo el bloqueo, pero,¿qué puede hacerse? Yo sí soy de la opinión de que un paso al lado de Mariano Rajoy, es decir, si se aparta de la investidura en favor de otra persona de su mismo partido,podría despejar mucho el camino de cara a esa formación de Gobierno. El Presidente en funciones debe comprender que si bien ha ganado claramente estas elecciones, ello no quiere decir que su partido también haya sufrido una merma importante respecto a la legislatura pasada (2011-2015) en que venía de una mayoría absoluta, con lo que tampoco está en las mejores condiciones como para sacar pecho, si acaso, algo mejor que el resto de sus rivales. Pero además, también debe de ser consciente de que parte del apoyo que ha recibido su partido en estas elecciones lo debe a la inseguridad y polarización del voto, por lo que su figura como tal, merece mucha más discusión de lo que a priori pueda pensarse, no engañe el resultado. Incluso en su propio partido es un clamor la petición de celebración de un Congreso abierto. En mi opinión, ni caben terceras elecciones, ni segunda espantada en la investidura. Que pruebe, por vez primera, a mirar por el interés general, también el de su partido.

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